Ei
14 de Septiembre – 11:58 AM
Inazuma – Ciudad de Inazuma – Zona Hanami
No importó el juego de cartas que eligiera, él me derrotó en todos y cada uno de ellos. Iba a acabar matándolo por muy bello que fuera. Tras aplastarme en cada partida, el dragón ponía un rostro de ingenuidad, como si hubiera ganado, además, con toda facilidad. ¡Aaaarg!
-Yae: puedo ver el humo que te sale de la cabeza desde el templo, Ei –se burló, tras aparecer ante nosotros.
Volví a tirar, frustrada, las cartas sobre la manta.
-Ei: ¿qué haces aquí, Yae? –inquirí, intentando controlar mi rabia actual.
-Yae: sólo quería ver cómo le iba a mi parejita favorita –realizó una risita, tras cubrirse la boca con una de sus manos de forma pilla-. ¡Pero ya veo que estupendamente! –me guiñó un ojo.
Sin que le invitara a ello, tomó asiento por sí misma.
-Nathaniel: buenos días, Suma Sacerdotisa –saludó educadamente.
-Yae: buenos días, Nathaniel –le devolvió el saludo, alegre-. ¿Cómo te está tratando nuestra querida Arconte? ¿Está siendo muy rígida?
-Nathaniel: en absoluto –respondió, sonriente-. Está siendo muy amable conmigo –me alegró escucharlo-. Sólo tiene mal perder.
Mi rabia empeoró.
-Yae: ¡muy mal perder! –convino, entre risas.
Mi rabia empeoró mucho más.
-Ei: ¡Yae Miko! –grité, en un intento de defenderme.
No obstante, sólo provoqué la risa de ambos. Y, en aquel frustrante momento, una chispa se encendió en mi corazón. Era un recuerdo de aquello que consideraba felicidad en el pasado, cuando pasaba tiempo con mis seres queridos.
-Ei: ... -me calmé, e intenté contener también mi sonrisa.
No obstante, la mirada acechante de la pelirosa me dejó claro que había percibido aquel sentimiento en mí.
"Hiciste todo esto para sacarme de mi jaula, ¿eh?", suspiré. No me gustaba ser objeto de sus planes, pero... me era inevitable no estarle agradecida. Sin duda alguna, debía concederle la victoria: efectivamente no quería volver al plano de la eutimia.
Sin embargo, aunque hubiera debilitado mi voluntad, mis preocupaciones acerca del futuro de Inazuma no desaparecían.
-Nathaniel: los cerezos de estas tierras son, especialmente, espectaculares –comentaba, con la vista clavada en los árboles que nos rodeaban.
-Ei: mañana probablemente ya no estén en flor –advertí, para que no se desilusionara.
-Nathaniel: no importa –aseguró, extendiendo su mano para que uno de los pétalos cayera en su palma-. Hoy se siguen viendo espectaculares.
"Esa es una respuesta que mi hermana hubiese dado", pensé, intensificando la chispa que había percibido.
-Yae: disfrutar de todo precisamente por su carácter efímero –repitió aquellas palabras del pasado y las hizo aparecer quizá en el momento adecuado.
Con una sencilla e inocente charla, consideré repensar mis ideas acerca de la eternidad.
-Ei: sé que los dragones de tu tipo sois eternos, no os erosionáis –señalé, seria ante una pregunta que necesitaba hacer-. ¿Nunca has pensado en que algún día quizá nada de lo que amabas estará ya a tu derredor?
El ambiente se tornó tenso. Era evidente que necesitaba su respuesta.
-Nathaniel: es un miedo inevitable –lo describió con demasiada precisión-, que debe servir como recordatorio para valorar el presente. El miedo debe limitarse a su función de advertencia, no podemos permitir que todo lo controle y mancille.
La kitsune se quedó complacida con sus palabras. Yo tuve que procesarlas.
-Yae: aunque eternos, tu raza en específico tiene sus propios problemas, ¿no es así? –indagó.
Aquel momento inició de forma recreativa, y ahora parecía una seria entrevista al dragón. Supongo que ambas teníamos curiosidad acerca de él.
-Nathaniel: sí -aceptó y bajó la mirada-. Y tiene también mucho que ver con permitirse controlar por las emociones.
-Yae: una guardia constante y... eterna –matizó esta vez aquel último término con un matiz negativo-. No todo lo eterno es agradable, sin duda.
Los dos filosofaron sin pausa, al mismo tiempo que yo analizaba al dragón. "Quiero conocerte mucho más. Quiero conocerte por completo", sentía, ilusionada, más allá de todo el caos de ideas que ahora padecía.
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El Pecado del Alquimista 7 [+18] (Genshin Impact)
FanficSéptima parte de El Pecado del Alquimista. Al tablero se unen más fuerzas con distintos intereses. Las aguas se removerán.