El Pecado del Alquimista 7 [+18] (Genshin Impact)

Capítulo 57

Kairi

10 de Septiembre – 6:12 AM

Inazuma - Tatarasuna – Base secreta Fatui – Aposentos del Sexto

¡Kazuha! ¡Kazuha! ¡¿Dónde está?! Cuando desperté, lo busqué por todas partes y... nada. ¡Se había esfumado por completo! Mis miedos me decían que debía haber escapado, tras quizá hartarse de mí. Pero tenía unos miedos mayores que aquellos: que le hubiera pasado algo.

Tartaglia movilizó a sus súbditos para hallarlo por los alrededores. Sin embargo, yo tenía una idea más directa que debía ejecutar. No quería dejarme sola con el enano, pero yo fui sumamente testadura.

Era lo que debía hacer.

-Scaramouche: no tengo nada que ver con su desaparición –dictaminó, nada más ser interrogado por mí.

Parecía sincero. Sorprendentemente sincero.

-Kairi: ¡si le has hecho algo, juro que...! –grité, al borde de la locura.

Él sonrió ante mi hostil actitud. Le encantaba.

-Scaramouche: puedo ser un dictador, pero no soy un mentiroso –me tomó del mentón y lo alzó hacia arriba para contemplar mejor mi rostro-. O... al menos no ahora –hizo una risita estúpida mientras clavaba sus ojos azules en mí.

Yo le aparté la mano casi al instante.

-Kairi: sin duda, no puedo fiarme de tu palabra –sentencié, molesta por su cercanía física. Una cercanía en la que parecía querer profundizar de forma insistente.

De hecho, no tardó en tomarme de la cintura y en acercar sus labios a mi cuello.

-Scaramouche: no lo aceptarás, pero sé que echarás de menos nuestras... experiencias –me provocó un escalofrío, al tener tan próxima su boca en una zona íntima-. Y no me refiero solamente a las sesiones sádicas en las que desahogabas tu oscuridad –recordarlo me dejó un tanto paralizada.

Una de sus manos se deslizó hacia arriba, a lo largo de mi costado.

-Kairi: maldi... -no pude terminar aquella frase, al sentir cómo lamía mi cuello. Todo mi cuerpo flaqueó.

Pero no por mucho tiempo: se llevó tal bofetada que, de nuevo, le giré la cara.

El sonido hizo eco en la gran habitación.

-Scaramouche: Kazuha ha debido, sencillamente, dejarte atrás, ¿sabes? -susurró tras unos segundos de recuperación debido al impacto, y se llevó la mano a la mejilla-. No pudo soportar estar con alguien tan perverso como tú, Kairi. No obstante, yo...

Ya temía aquella posible realidad, pero, hasta que no lo escuchara de sus propios labios, yo no dejaría atrás a Kazuha. O al menos no lo dejaría atrás hasta que supiera que estaba bien.

-Kairi: al igual que no querría a alguien que sólo aceptase mi inocencia, tampoco querría a alguien que sólo aceptase mi perversión –hablé como si mi hermano me hubiera poseído, o... quizá me había enseñado bien. Aquellas palabras serían típicas suyas

Bajó la mano de su mejilla y volvió a mirarme de frente.

-Scaramouche: ingenua... ¿crees que alguien más que yo va a aceptar toda la oscuridad que posees? –su tono era irónico e hiriente-. Algo como el amor no existe, sólo es un sentimiento momentáneo de interés envuelto en mentiras que suenan bien. Una vez que pierdan el interés en ti, te abandonarán... –parecía tener muy claro- como a una muñeca. ¡Yo al menos no te adornaré la realidad!

"Claro que el amor existe. De niña, lo veía cada día, cuando mis padres se miraban", recordé con una calidez que reconfortó mi corazón.

El enano peliazul iba a acercarse a su mueble una vez más. No obstante, antes de que lo hiciera, alguien abrió la puerta.