El Pecado del Alquimista 7 [+18] (Genshin Impact)

Capítulo 4

Nathaniel

26 de Agosto – 3:48 AM

Liyue - Pantano Dihua – Casa de Aria y Albedo

Al parecer, mi padre, al quedarse a solas con mi madre, había sacado todo su arsenal para traerla de vuelta. Y, sin duda alguna, lo había conseguido. Mi felicidad ante aquella noticia fue inmensa, pero el motivo por el que había acudido a aquella casa era preocupante, así que intenté centrarme. Cuando Kairi pudiera ver también a nuestra madre de aquella forma, disfrutaría incluso más de su recuperación.

-Albedo: hace un tiempo me dijo que pernoctaría cerca de su refugio –comentaba, mientras caminábamos hacia la habitación de mi hermana-. Y desde entonces no ha venido por aquí –explicó, aún sonriente-. Fui a ver cómo estaba en varias ocasiones y parecía feliz, así que no me preocupé.

-Nathaniel: debes saber de la existencia de Kazuha –deduje rápidamente.

-Albedo: oh... sí –aceptó, lo que no me sorprendió. Por mucho que ocultáramos algún que otro secreto, mi padre siempre solía estar al tanto desde la distancia-. Pero el samurái digamos que... -clavó su mirada en mí de forma penetrante- no parece nadie peligroso, no como... -iba a mencionar a Xiao, lo tenía claro. Sobre todo ahora, que mi madre estaba en la cocina para hacerme algo antes de irme.

Iba a tomar el pomo, pero antes debía interrumpirle:

-Nathaniel: nosotros somos los dragones, no Xiao –le recordé, a la defensiva. No tenía muchas ganas de hablar de aquel asunto.

-Albedo: y, sin embargo, soy yo quien ha sacado a tu madre del agujero en el que la tiró ese imbécil –rompió su diplomacia y borró su sonrisa-. Hará lo mismo contigo –sentenció, con absoluta seriedad de pronto-. Xiao no mira más allá de sus narices, Nathaniel. Sólo piensa en lo desgraciado que es.

¡Estaba muy combativo!

-Nathaniel: él... –cierto enfado se fraguó en mí.

Esta vez, fui yo el enmudecido:

-Albedo: por nuestra naturaleza, quizá seamos eternos, Nathaniel –también estaba enfadado-. Y, pese a ello, no merece la pena perder el tiempo en dejarse derrumbar por él. Tu madre lo...

-Nathaniel: no es el momento para hablar de esto –fui tajante, y me apresuré a abrir la puerta.

***

Nathaniel

26 de Agosto – 3:50 AM

Liyue - Pantano Dihua – Casa de Aria y Albedo

Sabía que tenía una conversación pendiente con mi padre, pero de verdad que ahora no era el momento. Debíamos asegurarnos de que Kairi estaba bien, así que hice caso omiso de aquella discusión y me adentré en la habitación. Efectivamente, no estaba allí.

Por pura intuición, indagué un poco y no tardé en fijarme en un papel que había sido dejado en la rendija de la ventana. Mi padre y yo nos miramos en un aura de suspense, y fui a cogerlo.

Leí en alto su escueto contenido:

-Nathaniel: Nath, me he ido de vacaciones con Kazuha. Estoy bien. –Y añadió algo más-. Cuida de mis peludos o dile a alguien de la familia que lo haga.

-Albedo: mmm... hay algo extraño –comentó casi en el acto.

Estaba de acuerdo.

-Nathaniel: es su letra, pero ella no dejaría atrás a sus gatos de esta forma –lo tenía claro-. Y ni siquiera ha indicado a dónde se marcha ni durante cuánto tiempo.

-Albedo: y al parecer estaba segura de que su marcha te resultaría sospechosa, tanto como para venir a su habitación –era un detalle más-. Hasta ella es consciente de que es una marcha precipitada, lo cual...

-Nathaniel: no es habitual en ella –terminé la frase por él.

Volvíamos a estar de acuerdo, no como en mi"relación".