Yae Miko
30 de Agosto – 16:11 PM
Inazuma – Gran Santuario Narukami
Hoy llegó al templo una pareja muy particular: un adeptus y un dragón. Hacía innumerables siglos que no contemplaba a uno, y menos aún en su forma humana.
"Su poder...", quedé boquiabierta por primera vez en mucho tiempo. Desde la ventana, no pude apartar la mirada de aquel fascinante hombre. Más importante: "su corazón... de esos corazones capaces de sanar almas", percibí en cuanto lo analicé un poco más.
Tuve una fuerte corazonada, casi como una revelación llegada de otra dimensión.
-Yae: con él podría sacarla de ahí –susurré, recobrando las esperanzas al fin, mientras lo veía sonreír tontamente junto a aquel peliverde malhumorado.
***
Xiao
30 de Agosto – 18:46 PM
Inazuma – Gran Santuario Narukami – Sala de Reliquias
Cuando íbamos a marcharnos del santuario, una mujer se interpuso en nuestro camino. Decía ser la Suma Sacerdotisa del lugar y querer enseñarnos más acerca de las reliquias de Inazuma. Aquel ofrecimiento a nuestra guía le impresionó. Aseguró que era una oportunidad única para dos turistas como nosotros.
Sin embargo, mi alerta se activó. Sabía que tramaba algo y así lo percibió ella misma cuando le clavé mi más férrea mirada, pero, sencillamente, se limitó a sonreír de forma pícara.
-Yae: ésta es una antigua flor ceremonial que fue cristalizada –explicaba la sacerdotisa de cabello rosado y tradicionales ropas-. Se dice que se utilizó, en el pasado, para purificar las casas de Inazuma y... para fines sanadores –añadió "de forma sospechosa".
La guía y el pelirrubio escuchaban con atención.
-Nathaniel: debe tener propiedades que me encantaría estudiar –comentó, un tanto maravillado con todo lo que se le había enseñado hasta ahora. Casualmente, aquella sacerdotisa le llevaba a las exposiciones que podían tener relación con su vocación (como si ya la supiera de antemano).
Y él era como un niño. Además, digno hijo de su padre. Era evidente que sus ansias investigadoras habían sido fácilmente activadas, por lo que, debido a la ceguera de su pasión, era incapaz de darse cuenta de que estaba siendo manipulado.
-Yae: en el pasillo de al lado, podrás encontrar documentos con sus propiedades –aseguró, despertando su interés al instante.
-Nathaniel: ¿podría echar una rápida ojeada?
Ella asintió con la cabeza, con una intensa sonrisa. Entonces, él se esfumó hacia aquella dirección y la guía se marchó junto a él para seguir curioseando aquel edificio por dentro.
-Xiao: ¿qué quieres? –una vez que nos quedamos a solas, yo fui directo.
Ella soltó unas carcajadas.
-Yae: me interesa él –respondió, sin dificultad alguna, refiriéndose a Nathaniel.
Ambos nos cruzamos de brazos.
-Xiao: él está ocupado actualmente –informé, sin dar más detalles. Al fin y al cabo, sin importar lo que estuviese planeando, el pelirrubio tenía un asunto pendiente en Inazuma. Un asunto que, por mucho que ahora lo entretuviera por unos minutos con tonterías, sabía que no iba a desatender por nada.
De pronto, su tono de voz se volvió un tanto malicioso:
-Yae: ¿oh? –expresó, irónica, y me analizó por unos largos segundos-. Y yo que pensaba que no estabais juntos...
"¿Qué?", me dejó un tanto anonadado. ¿Cuánto sabía aquella mujer? ¿Y cómo lo había averiguado? Pero, lo más importante: ¿qué pretendía?
Era obvio que aquellas últimas palabras suyas no habían sido elegidas al azar. Ella quería ver mi reacción. Sin embargo, yo sólo quedé en silencio, manteniendo la vista fija en sus ojos morados.
-Yae: tranquilízate –rió, levemente-. No pensaba actuar por el momento.
Un misterioso ambiente se gestó.
-Nathaniel: ¡nunca había visto este modo de empleo! –lo escuché gritar, al otro lado de la pared.
Por fortuna, pese a lo raro del encuentro, no tardamos mucho más en marcharnos.
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El Pecado del Alquimista 7 [+18] (Genshin Impact)
FanfictionSéptima parte de El Pecado del Alquimista. Al tablero se unen más fuerzas con distintos intereses. Las aguas se removerán.