El Pecado del Alquimista 7 [+18] (Genshin Impact)

Capítulo 66

Misaki

11 de Septiembre – 22:37 PM

Inazuma – Ciudad – Ryokan Kowasu

Yo era un poco más bajita que él, así que, por encima del hombro, me miró extrañado.

-Nathaniel: Misaki... –inquirió, sin saber muy bien cómo reaccionar.

Aquel hombre me atraía peligrosamente. Sentía una necesidad imperiosa de tocarlo. Y, con el paso de los días (contemplándolo), empeoró aquella ansia.

-Misaki: dime, Nathaniel -iba a realizar una loca propuesta, pero debía intentarlo-, ¿te gustaría tener una pequeña aventura en Inazuma?

Alzó una ceja.

-Nathaniel: ¿aventura? –le costó procesar aquella pregunta, lo cual era de esperar.

No obstante, pese a que supiera que no tenía ninguna oportunidad, aquella escena era maravillosa. Yo, con un hombre sobradamente bello, solos en una noche cálida.

"Creo que leer tanta novela romántica me está afectando", deduje, consciente de mi ida de olla.

-Misaki: yo estaría encantada de dejarme someter por ti –ofrecí, refiriéndome a su rol dominador en los asuntos de cama.

Se quedó unos segundos procesando mis palabras, como si un cortocircuito hubiera asolado su mente. Y, mientras estaba atónito, yo fui deslizando la mano desde la cintura... hacia un lugar más íntimo. Era un intento desesperado de "calentarlo" antes de que tomara cualquier decisión.

No obstante, apenas en su vientre, mi mano encontró un "tope": la mano del adeptus.

Temblé. De nuevo aquella intimidante mirada se clavaba en mí, ¡y me lo había buscado!

"Moriré, pero al menos lo haré feliz por haberlo tocado", pensé, alocadamente.

Entonces, para mi sorpresa, pasó de mirarme a mí... a hacerlo a Nathaniel.

-Xiao: maldito lobo con piel de cordero –espetó de pronto ante el confuso pelirrubio-. Siempre... Siempre buscando otras presas, ¿verdad? –su furia era innegable.

Y, tan pronto como había aparecido, desapareció.

***

Nathaniel

11 de Septiembre – 22:58 PM

Inazuma – Afueras Ciudad de Inazuma

La guía se alarmó tanto con aquellas palabras que quiso buscar a Xiao para disculparse formalmente. "Ha sido todo culpa mía, ¡lo siento!", aseguró, apurada. No obstante, lo mejor era que fuera yo a hablar con él. Sus momentos de extraños celos eran especialmente hostiles.

Una hostilidad que nacía de un miedo y dolor inimaginables.

-Xiao: ¿oh? ¿Qué haces aquí? –replicó de forma cínica-. ¿Tan rápido te las has tirado?

Lo hallé sentado al borde de un precipicio cercano. Se suponía que estaba contemplando las estrellas, como yo lo estaba haciendo antes de que me interrumpieran. No obstante, él estaba, en realidad, preso de sus oscuras emociones... incapaz de ver más allá de ellas.

-Nathaniel: no he hecho nada con ella –suspiré, deteniéndome a un metro de distancia-. Sólo fue... ¿un ataque fortuito? –era quizá la forma más adecuada de describirlo.

-Xiao: entonces la habrías apartado al instante –sentenció, inflexible.

"Estaba tan ensimismado pensando en ti que ni me di cuenta de sus intenciones", era la verdad. No me disgustaba dormir con Kazuha, era un buen hombre. Pero no había podido dejar de pensar en mi última charla con el adeptus, y necesitaba tomar aire fresco.

Sin apresurarme, me acerqué a él y me senté a su lado.

-Nathaniel: Xiao... -intenté mostrar la mayor seguridad posible- te juro que...

Colocó la mano detrás de mi nuca y la empujó hacia él para robarme un súbito beso. Sus labios, literalmente, se abalanzaron sobre los míos.

-Xiao: ¿o es que ya te has cansado de los hombres? –ironizó.

Volvió a besarme salvajemente, impidiéndome responder. Tal vez temía que soltara alguna de aquellas frases que él tanto odiaba.

Me metió su lengua y removió todo mi interior con ella. La mía sólo se sometió a sus excitantes acciones.

-Xiao: sí... debe ser eso –sus ojos dorados me miraban con rabia-. Entonces esto ya no te va a gustar.

Agarrando fuertemente mi coleta, llevó mi cabeza hacia"abajo".