Xiao
12 de Septiembre – 11:56 AM
Inazuma - Isla Amakane
Al sacar otro palo de la fortuna, Nathaniel volvió a sacar el peor posible.
-Dependiente: su mala suerte debería ser tratada por un exorcista –bromeó.
Ambos rieron, sin darle mucha importancia. Yo, en cambio, me guardé mis oscuros pensamientos.
No obstante, él siempre estaba atento a mí, incluso cuando no me estaba mirando.
-Nathaniel: ¿pasa algo, Xiao? –preguntó, al percibirme un tanto inquieto. ¡Maldita sea!
-Xiao: no –mentí al instante.
Sonrió con malicia y me observó detenidamente.
-Nathaniel: mmm... -me analizó por un rato, manteniendo clavados aquellos ojos verdes sobre mí.
Y el pelirrubio, en pleno estado de alegría, simplemente se dejó llevar por el momento. Me tomó de la cintura y acercó nuestros rostros sin pensarlo dos veces.
-Nathaniel: ¿quizá debería subirte el ánimo? –preguntó con un notable tono pícaro.
Sus labios comenzaron a acecharme, mientras el tendero nos miraba ruborizado.
-Xiao: ¡¿qué estás diciendo?! –repliqué, nervioso y avergonzado a partes iguales, revolviéndome en sus brazos para poder liberarme.
No lo dudó más: me besó en un impulso.
-Nathaniel: es tu culpa... -susurró, en un intenso estado alterado de consciencia. Solía verse así de estúpido cuando me miraba-. ¿Por qué hoy te ves tan irresistible?
Lo aparté de un empujón. Su voz había hecho tambalear todo mi ser y mi orgullo necesitaba procesarlo.
***
"Dibujad vuestro deseo en esta pequeña placa de madera y colgarlo ahí", la anciana señaló un poste en el que se colgaban varios de aquellos artículos estúpidos. Sin embargo, cuando Nathaniel comprendió lo que había que hacer, comenzó, raudo, a dibujar. Lo tenía claro.
En cambio, yo... Cuando pensé en "mi deseo", me quedé en blanco ante una tempestad emocional.
-Nathaniel: ¡listo! –expresó, emocionado, y se acercó a una de las cuerdas para colgarlo.
Había cuatro individuos en su placa: dos hombres y dos mujeres sonriendo. ¿Qué se suponía de debía significar eso como deseo?
-Xiao: ¿qué demonios has dibujado? –pregunté, con una curiosidad que me sorprendió a mí mismo.
-Nathaniel: son mis padres, Kairi y tú siendo felices –contestó sin dificultad, mientras se peleaba con la cuerda.
Y me fue inevitable contener aquella pregunta:
-Xiao: ¿por qué no te dibujaste a ti también?
Abrió los ojos como platos.
-Nathaniel: se me olvidó –respondió y, después, rió de nuevo. Hoy lo había hecho innumerables veces-. ¿Tú no has dibujado aún nada? –se animó también a preguntar-. ¿Acaso no hay nada que desees? ¡Imposible!
Más bien, tenía un dilema entre poderosos deseos, así que quedé en silencio.
-Nathaniel: quizás que mire lo que estás dibujando te lo impida, así que... iré a ver ese puesto de dangos para darte tu espacio y que puedas desear lo que quieras –sonrió, y se marchó a unos metros.
Entonces, a solas, con su imagen en cierta lejanía que seguí con la mirada, mis dedos se movieron solos.
Lo dibujé a él sonriendo.
Lo colgué, y me fui lo antes posible, como si no hubiera hecho aquella "sandez".
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El Pecado del Alquimista 7 [+18] (Genshin Impact)
FanficSéptima parte de El Pecado del Alquimista. Al tablero se unen más fuerzas con distintos intereses. Las aguas se removerán.