Capítulo 63

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Nathaniel

11 de Septiembre – 5:41 AM

Inazuma – Plano de la eutimia

Perdí la noción del tiempo. Dejé que mis orbes se activaran junto con parte de mi poder como dragón y nos enfrascamos en una batalla en el que ambos desahogamos nuestras respectivas frustraciones.

Fue catártico, pero tuvo un final.

La vencí.

Y, cuando aceptó su derrota, ambos nos dejamos caer en el suelo para poder descansar.

-Arconte Electro: me podrías haber derrotado desde el principio... -me sorprendió que se diera cuenta.

Volví mi cabeza hacia ella. Sus ojos violáceos miraban al cielo, el cual, mágicamente, se había ido aclarando a medida que transcurría la batalla.

Había también una ligera sonrisa en su rostro.

-Nathaniel: lo siento –expresé, aunque sin sentimiento de culpa alguno-. Pero... supongo que me emocioné.

-Arconte Electro: vives en un mundo en el que temes ser quien eres –comentó, reflexiva-. ¿Merece la pena?

Yo también sonreí:

-Nathaniel: ¿merece la pena vivir encerrada y aislada de todo ser cuando no lo deseas realmente? –le devolví la crítica.

Realizó una carcajada irónica. Yo también había acertado.

-Arconte Electro: veo que has comprendido dónde estás –se incorporó con elegancia y se puso de pie-. Y... -cogió aire y me clavó entonces una férrea mirada- puesto que me has derrotado, ¿cuál era tu pretensión?

Yo también me levanté, me sacudí los pantalones y la miré.

-Nathaniel: mi pretensión era evidente –fui serio al respecto-. Tu copia –le resultó extraño aquel término-, o lo que fuese, estaba más que amenazando a mi hermana.

-Arconte Electro: si mi marioneta consideró atacarlos, debían ser enemigos de la eternidad –me costó comprender aquella frase.

"¿Marioneta? ¿Eternidad?", le di vueltas en la cabeza. Una cabeza que al fin ya no tenía aquellos puntiagudos y blanquecinos cuernos sobre ella. De nuevo podía pensar con claridad.

-Nathaniel: entiendo –deduje rápidamente, atando cabos-. Tú también tienes tus propios... -busqué la palabra adecuada- miedos –miré a mi derredor- y ésta es tu forma de intentar enfrentarlos.

Quedó sorprendida.

-Arconte Electro: una interpretación extraña y simplista.

"Pero parece que no errónea", pensé.

Debía cambiar de tema, para seguir tratando lo más importante.

-Nathaniel: seré franco –fui directo-, no quiero dejar a Inazuma sin su Arconte, pero mi hermana y Kazuha deben poder caminar por esta tierra sin temer que tu marioneta los ataque.

Ella se puso más seria, al notar la evidente amenaza implícita en mis palabras.

-Arconte Electro: ¡¿cómo osas amenazarme?! –gritó, enfurecida.

Continué con mi "pretensión":

-Nathaniel: ¿hay acuerdo?

El Pecado del Alquimista 7 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora