Capítulo 79

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Xiao

12 de Septiembre – 21:41 PM

Inazuma – Montaña Yougou – Templo desconocido

"¡NO! ¡No puedo hacerlo! ¡No lo toquéis!", pensaba, completamente enloquecido, mientras detenía a las personas que se suponía que debían llevárselo para hacer el ritual.

-Yae: ¿qué mosca te ha picado, Cazador de Demonios? –suspiró, de brazos cruzados, mientras observaba la violenta escena-. Teníamos un trato.

Lancé por los aires al siguiente sacerdote que osó acercarse a la cúpula.

-Xiao: he cambiado de idea –mascullaba entre dientes, apretando, fuertemente, mi lanza.

La mujer de cabello rosado se fue acercando hacia mí y, después, miró el contenido de la cúpula. Nathaniel yacía ahora en el suelo, inconsciente, gracias a la trampa en la que yo le había empujado a caer.

Creí que dudaría de mí, que lucharía por destruir aquel cristal... pero, simplemente, no lo hizo.

-Yae: ¿acaso piensas ahora corresponderlo? –realizó la pregunta perfecta para hacer vacilar mis dedos sobre mi arma-. ¿Acaso... soportarás por él que tu hija lo descubra? –continuó su diestra labor desmoralizadora, bien hilada.

Pasó a mi lado y mi voluntad, ahora rota, no pudo frenarla. Entonces, abrió la cúpula y alcanzó al pelirrubio, a quien acomodó sobre su regazo.

-Yae: sí... ella lo tratará bien. Lo Onírico así lo susurra –acarició su mejilla-. Son perfectos el uno para el otro, y estarán dispuestos a amarse sin miedos.

-Xiao: ¿lo Onírico? –incidí. Obviamente necesitaba más información.

-Yae: en este mundo existen muchas fuerzas a nuestro derredor –respondió de forma mística-. Sus planes son, en la mayoría de las ocasiones, difíciles de atisbar, pues abarcan tiempos futuros que ni siquiera los seres como yo pueden vislumbrar. No obstante, sus fines son más claros. Y... -me miró con una leve sonrisa- tal y como el Destino te unió a una princesa de otro mundo, lo Onírico quiere unir a este dragón con una mujer en concreto. –Y, de pronto, rió, recuperando sus aires pícaros-. Oh sí, será feliz –regresó sus ojos morados a Nathaniel-. Te lo aseguro –juró, y no percibí malicia alguna en su ser.

Realmente parecía sincera, pese a todas las sospechas y dudas que tuviera.

"Nathaniel...", hice desaparecer al fin mi arma y lo miré quizá por última vez. "Más vale que seas feliz."

***

Mishigami

12 de Septiembre – 23:58 PM

Inazuma – Montaña Yougou – Templo desconocido

Estaba preocupada, pero no mostré mis nervios ante nadie. El ritual había marchado según lo planeado, sin mostrar en apariencia ningún error, pero yo sabía qué algo había sucedido. O, más bien, algo había faltado: la voluntad de quien es amado. Sin aquel "permiso", conocía que podría fallar la ceremonia.

Pese a ello, el dragón (aún inconsciente) fue llevado a una estancia donde descansaría un tiempo más, ya que aquel ritual era lo suficientemente invasivo como dejar agotado a cualquier ser.

Cuando despertarse, sabría si habría funcionado. Por el momento, me mordería la lengua.

-Yae: ¿qué tal ha ido? –preguntó, ilusionada, la Suma Sacerdotisa.

-Miko 1: ha ido bien –preferí que respondiera por mí una de las sirvientas del templo.

El resto de mikos, se estaban encargando del dragón de forma meticulosa. No le apartaban la vista de encima y tenían en cuenta cualquier leve síntoma que pudiera mostrar.

La Suma Sacerdotisa no podía estar más contenta.

-Yae: entonces, ya sólo falta transferir el amor a la Arconte, ¿verdad? –quería cerciorarse-. Así estará enamorado de ella, y no del adeptus.

La sirvienta de kimono blanco y rojo, sentada a mi lado, volvió a tomar la palabra.

Miko 1: así es –hizo una leve reverencia.

"Así sería al menos si el adeptus quisiera deshacerse de él", pensé, mientras contemplaba el rostro durmiente del pelirrubio. "Mmmm...me temo lo peor."

El Pecado del Alquimista 7 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora