El Pecado del Alquimista 7 [+18] (Genshin Impact)

Capítulo 84

Ei

13 de Septiembre – 14:53 PM

Inazuma – Ciudad de Inazuma

En poco tiempo, ya me era inevitable bajar la guardia con él. Podía hablar de cualquier tema y el dragón siempre ponía atención a mis palabras. Hacía mucho tiempo que no hablaba tanto con alguien y se me había olvidado lo agradable que podía llegar a ser.

Cuando pudimos irnos del templo de Mishigami, se suponía que iba a enseñarle la ciudad de Inazuma. No obstante, fui yo la sorprendida con lo que allí hallé.

"¿Cuánto habían cambiado las cosas desde que me aislé?", contemplaba mi derredor casi con el mismo asombro que un forastero, así que él tomó las riendas. Como si se tratara de un guía experimentado, me enseñó los nuevos puestos y me recomendó incluso algunos dulces.

-Ei: leche de dango –pronuncié, maravillada, tras probarlo-. No pensé que iba a estar tan buena.

-Tendero: bueno, es un cambio que... emm... sólo temporal... -estaba muy nervioso-. Después iba a regresar a...

-Nathaniel: ¿te ha gustado entonces? –preguntó, con su bella sonrisa.

-Ei: ¡sí! –expresé, emocionada. No obstante, cuando me percaté de mi exagerada actitud, volví a controlarme-. Sí, está buena –dije de forma más relajada y seria-. Debe venderse muy bien.

Más relajado por mi respuesta, el muchacho del humilde puesto fue sincero:

-Tendero: no exactamente, Shogun –aseguró, avergonzado.

-Ei: ¿cómo es posible? –no me lo esperaba.

-Nathaniel: a las gentes de Inazuma no le gustan mucho los cambios –acertó, pues el tendero asintió con la cabeza.

-Ei: oh... -aquel suceso me hizo reflexionar un poco.

Miré hacia el dragón y él me devolvió la mirada, mostrándome de nuevo sus ojos verdes. "Supongo que no todos los cambios parecen malos", de nuevo me sorprendía a mí misma.

-Ei: haré que repartan esta leche en cada casa –me determiné a que todos y cada uno conocieran aquel novedoso y sabroso producto.

Pero el nerviosismo del muchacho sólo fue el aumento.

-Tendero: ¡eso sería demasiado, Shogun! –rechazaba, enérgicamente, con sus manos.

Mi acompañante rió.

-Nathaniel: sin perder la esperanza y con tiempo, estoy seguro de que lo irán apreciando por muy raro que les parezca –animó, como el caballero que era-. El cambio es inherente al tiempo.

Su última frase me enmudeció.

-Tendero: ¡gracias! –se calmó al fin e hizo una reverencia ante ambos.

"Me dijeron que iba a estar confuso tras el ritual por un tiempo, pero parece bastante normal", pensé, aunque me alegré por ello.

***

Ei

13 de Septiembre – 17:22 PM

Inazuma – Ciudad de Inazuma - Tenshukaku

Al menos mi hogar se veía intacto, tal y como lo dejé en su día, por lo que pude tomar al fin el rol de anfitrión. Le conté historias del pasado que habían acontecido dentro y fuera de aquellas murallas, y él incluso realizó interesantes preguntas al respecto. Aquel gesto me motivó a seguir hablando y, tras más de horas haciéndolo, me percaté de mi estúpido monólogo.

-Ei: debería darme vergüenza –suspiré, sintiéndome ridícula-. No he parado de hablar. Debería...

Parecía mi hermana. "Quizá al final no éramos tan distintas", pensé, nostálgica.

-Nathaniel: ¿me vas a dejar sin saber el final de esa aventura? –preguntó, amable una vez más.

Fui feliz al escuchar aquellas palabras. ¡Le había interesado!

Solté una carcajada irónica.

-Ei: me dará la noche si intento terminar de contarla –advertí, complacida.

Paseábamos por los pasillos del palacio.

-Nathaniel: ¿acaso tienes algo pendiente por hacer?

Se podría decir que sí (regresar a la eutimia y seguir meditando, por ejemplo), pero se me escapó una respuesta distinta de nuevo:

-Ei: no, ¿y tú?

Su sonrisa se tornó, ligeramente, melancólica.

-Nathaniel: parece que estoy en el lugar en el que tengo que estar –explicó, con aires misteriosos-, así que tampoco he de hacer nada.

Me agradaron y me entristecieron aquellas palabras al mismo tiempo, aunque desconocía el motivo.