Capítulo 34

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Albedo

En lo onírico

Pensé que, sólo en las emociones intensamente oscuras, él podía hacerme perder el control. Sin embargo, en aquella inmensa felicidad que al fin había alcanzado junto al amor de mi vida, sentía más que nunca su aliento en mi nuca.

La clave era bajar la guardia, sin importar el motivo. De esa forma, él obtenía más acceso a mi mente.

-¿?: lo sientes, ¿verdad? –escuchaba sus demoníacos susurros, ahora de forma habitual mientras dormía-. Somos uno.

Evitaba abrir los ojos en aquel sueño, pues sabía lo tan cerca que estaba.

-Albedo: no –aquella era una de las dos respuestas que había repetido, incansablemente, durante toda mi vida ante aquel ser.

-¿?: la naturaleza es más poderosa que la voluntad –él también repitió una vez más-. Y yo soy tu naturaleza, la verdadera.

"¿Entonces qué soy yo? ¿Un mero mecanismo de contención?", era la pregunta que siempre me había rondado.

-Albedo: lucharé... por ella –era la segunda respuesta que le daba, aunque ahora tenía un añadido- y por Nathaniel y Kairi. No permitiré que llegues hasta ellos –apreté mis párpados y mis puños-. ¡No, no lo permitiré! –grité, determinado, aunque supusiera afrontar una eterna batalla.

-¿?: la gallina de los huevos de oro y nuestro preciado hijo –pronunció con orgullo-. Sí, al fin estás con quien debes estar, ¡pronto tendremos más descendencia quizá!

Escuché su perturbada risa, y me dio escalofríos.

"Nathaniel", recordé, preocupado. ¿Él tendría charlas como aquella con su propio dragón?

-¿?: subestimas a nuestro primogénito –pronunció, dejándome confuso-. Él no va por el buen camino ahora, pero eso le llevará a elegir la lucha correcta.

Temblé.

El Pecado del Alquimista 7 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora