El Pecado del Alquimista 7 [+18] (Genshin Impact)

Capítulo 15

Nathaniel

30 de Agosto - 22:47 PM

Inazuma- Ciudad de Inazuma – Ryokan Kowasu – Habitación de Nathaniel y Xiao

Previendo una situación como aquella, me había preparado para realizar una técnica que me enseñó mi padre en su día. Se suponía que sólo debía usarla en casos de excesiva importancia, y Kairi lo era.

Me concentré, lo más tranquilo posible, y creé a una copia a mi lado. Xiao abrió los ojos como platos, pero no comentó nada al respecto (por la posible escucha de la guía).

Saqué una pequeña caja de lentillas verdes y se las coloqué.

-Xiao: Nathaniel... -susurró, muy preocupado con lo que estaba haciendo.

Me miraba como si fuese un niño jugando con fuego. ¿Pero qué otra opción tenía aparte de quizá quemarme un poco?

-Nathaniel: haré unas primeras averiguaciones –dije, en un tono lo más bajo posible, cerca de su oído-, y volveré cuanto antes.

No estaba muy convencido. De hecho, tenía reparos en mirar, directamente, a mi copia. Sin embargo, era una opción... La opción.

***

Xiao

30 de Agosto - 23:51 PM

Inazuma- Ciudad de Inazuma – Ryokan Kowasu – Habitación de Nathaniel y Xiao

Acabé en una habitación de Inazuma con la copia de un dragón. Para ser un completo inútil, Nathaniel logró escabullirse por la ventana en sigilo

"Quiero ir también", no podía parar de pensar. "¿Kairi estará bien?", me preguntaba a cada segundo. No había señales claras para pensar que estuviese en una mala situación, pero mi intuición gritaba que algo horrible había sucedido

Aunque quizá sólo era mi propia paranoia.

-Xiao: ¿no puedes mirar a otra parte? –repliqué, ante aquel horrible ser.

Aquella copia transmitía unas energías perturbadoras. Su presencia ennegrecía la atmósfera de la habitación, y sin necesidad de hacer nada o pronunciar palabra. Sólo estaba sentada junto a mi futón, mientras me miraba fijamente.

Escalofriante.

-Copia de Nathaniel: no si estás tú en la habitación –se manifestó por primera vez.

Yo no esperaba que hablase, así que me quedé un tanto paralizado. No obstante, como de costumbre, mi lengua actuó cual mecanismo de defensa.

-Xiao: ¿tú también dices esas tonterías? –espeté, dirigiendo una mirada de odio hacia él.

Sonrió de forma siniestra.

-Copia de Nathaniel: oh no, mis pensamientos no son en absoluto románticos –dejó claro, comenzando a evocar una energía enrojecida que envolvía sus manos. Yo, por supuesto, me alerté-. ¿Cómo sería –llevó una de sus manos a mi mentón y me contempló más detenidamente- destrozar cada uno de tus huesos, querido adeptus? –susurró de forma endemoniada.

La atmósfera se tornó aún más oscura y, ahora, hostil.

Intenté apartar su mano de mi cara, pero me fue imposible. Parecía una piedra inamovible.

-Xiao: quí...quítame... -musité, intentando tener bajo control mis ansias de provocar ahí mismo una pelea que llamaría, rápidamente, la atención de la guía.

No podía permitir que sospecharan siquiera del poder de Nathaniel. No... tenía claro que no.

-Copia de Nathaniel: mmm... -agudizó aquellos falsos ojos verdes, y pareció leerme con la misma profundidad que lo hacía su creador. Me sentí invadido-. Ya veo... No me tienes miedo a mí, a quien temes... -acentuó su ya demente sonrisa- es a Nathaniel.

Por primera vez en mucho tiempo, temblé quizá ante una verdad.