Sasaeng [Y.M] [✓]

39

Jimin miraba su restaurante por fin remodelado, todo era perfecto, él se encontraba solo en el restaurante hasta que la puerta se abrió y dejo ver a la rubia la cual al ver a Jimin le dejó ir una fuerte cachetada. El menor se tocó la mejilla y la vio sin decir nada, está lo comenzó a insultar y Jimin no decía nada.

—Eres un estorbo en mi camino. —habló la chica. —por tu maldita culpa perdí mi colaboración con Yoongi.

—Yo digo que se debe a tu talento. —la vio. —yo no he hecho nada.

—Termina a Yoongi. —le dio un empujón.

—No. —dijo.

—Hazlo o haré que te termine. —amenazó.

—No te tengo miedo Suran nonna. —sonrió.

—¿Qué haces aquí? —escucharon una voz.

—Yoongi. —se giró la chica.

Yoongi se acercó y vio a Jimin el cual se tocaba su mejilla, el rapero la acarició y luego miro serio a la chica. Jimin miró al pálido él cuál lo observó por un momento, las lágrimas de Jimin se hicieron presentes haciendo que Yoongi ignorara a la chica y su atención se fuera a Jimin.

—Minnie. —le dijo. —¿Por qué lloras?

—Suran me dijo que si no lo dejaba haría que usted me dejara a mí. —respondió. —me golpeó por ser su novio.

—Suran ya basta con tus celos estúpidos. —la vio. —entiende que a mí me gusta mucho Jimin y no lo voy a dejar por ti.

—Te digo que Jimin es un sasaeng. —lo señaló y Jimin la vio.

—Jimin no es un sasaeng. —hablo Yoongi. —deja de inventar estupideces para que lo deje.

—¿Y si consigo pruebas? —pregunto. —¿Así me creerías?

—Suran deja de investigar la vida de alguien. —contestó. —pareces una maldita loca investigando la vida de las personas.

—Hyung ella me da miedo. —murmuró Jimin. —ella parece como si fuera su sasaeng.

—Jimin tiene razón Suran. —le dio la razón a Jimin. —pareces mi sasaeng que me sigue a todos lados y quiere que esté con ella a la fuerza.

—Yo no soy una sasaeng. —negó muchas veces.

—Tus intenciones dicen otra cosa. —suspiro. —vete o llamaré a la policía y se hará un gran escándalo para tu carrera.

La chica se fue molesta de ahí y Jimin suspiro aliviado de que Yoongi le diera la razón, eso le gustaba mucho, el pálido abrazo al menor él cuál cerró los ojos ante el calor del rapero.

—Cerremos aquí y vamos a mi casa. —propuso el rapero. —Holly te ha extrañado.

—Solo Holly. —lo abrazo por el cuello.

—Holly y yo. —sonrió para darle un corto beso.