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Cuando se subió soltó un quejido, pues le dolía la herida, Yoongi al ver eso se preocupó por Jimin; este tenía su mano en su abdomen. Él trataba de disimular, pero le fue imposible, pues la herida se había abierto lo que preocupó aún más al pálido.

—Llevanos al hospital rápido. —hablo Yoongi a su chofer.

El hombre acató la orden y los llevó al hospital, al llegar cargo a Jimin él cuál se había desmayado e ingresó al hospital. En ese momento no le importaba llamar la atención de todos los presentes, lo que le importaba era que el rubio estuviera bien. Jimin cuando abrió los ojos se dio cuenta de que estaba en el hospital, tocó su herida y vio que estaba vendada, él escuchaba a personas hablar y al ver la puerta se dio cuenta de que era un policía con el pálido.

—¿Se encuentra bien joven Park? —preguntó el policía.

—Estoy bien. —asintió. —¿Qué pasó? —pregunto.

—Tenías una herida. —respondió el pálido. —¿Alguien te atacó?

—Oh eso. —se sentó mientras tocaba la herida. —una vieja computadora que tenía explotó y eso causó mi herida.

—¿Estás seguro? —se acercó Yoongi. —sabes que puedes confiar en mí.

—Digo la verdad hyung. —sonrió. —no creí que fuera tan grave por lo que la vende.

Yoongi miro al menor, este se miraba seguro, él agradeció al policía y este se fue, Jimin jugaba con sus dedos esto no tenía que salir así. Yoongi se sentó al lado de la cama y le tomó la mano a Jimin esté comenzó a sonrojarse ante ese acto, pues Yoongi estaba siendo muy atento con él. Cuándo Jimin iba a hablar, él vio como en la puerta ingresaba su familia, estos se miraban molestos, Jimin apartó la mirada. Yoongi no sabía qué hacer, no sabía si irse o quedarse con Jimin.

—Volveré en un momento. —se levantó y le dio un beso en la frente al menor. —con permiso.

Yoongi hizo reverencia y salió de ahí, Jimin solo los miraba, pero se tocó la cara al recibir una cachetada por parte de su madre. Él se tocó la cara y sonrió con leve burla a su madre y al imbécil de su padrastro, Jimin se acomodó en la cama y se cruzó de brazos.

—Veo que aún no te mueres madre. —la vio. —veo que vinieron a ver a su pobre hijo.

—No te hagas el inocente. —le dijo el hombre. —sé muy bien que tú mandaste a prender fuego a mi compañía de autos.

—No sé de qué hablas. —hablo. —por si no sabes tengo que ver lo de mi restaurante. —suspiro. —no tengo tiempo para juegos infantiles papi.

Sasaeng [Y.M] [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora