Sasaeng [Y.M] [✓]

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Jimin miro los resultados y los leyó con mucho cuidado al ver el resultado, suspiro y dobló la hoja el otro chico lo miraba esperando alguna respuesta del castaño.

—¿Y bien? —le dijo.

—Todo está bien. —se bajó de la camilla. —me alegra volver a verte Félix.

—Igual Jimin. —le dijo.

Cuando Jimin iba a salir el chico lo detuvo y él se acercó, el castaño solo lo observó por un momento. El rubio se miraba algo nervioso por lo cual Jimin lo tomó de la mano y me sonrió para calmar los nervios.

—¿Qué ocurre Félix? —le preguntó.

—Es algo precipitado. —respondió. —pero salgamos a comer este día.

—Claro. —asintió. —me encantaría ir a comer contigo.

Ambos chicos salieron y se dirigieron a un restaurante a comer, Jimin reía y disfrutaba de la compañía del chico, en un momento Jimin se levantó para ir al baño. Él se quedó un rato ahí hasta que su celular sonó, él vio que era el número que le había enviado los mensajes por lo cual decidió contestar y enfrentarlo.

—¿Quién mierdas eres y que quieres? —preguntó en tono frío el menor.

—Oh Jiminnie, Jiminnie. —se escuchó la voz de burla del contrario. —¿Qué diría tu novio si se entera de todo lo que le hiciste?

—Antes te mataré. —rio. —no me das miedo.

—¿Y si le mando fotos de que estás muy amoroso con alguien más? —le dijo. —sería una pena que por su decepción amorosa su concierto en Japón fuera todo un desastre.

—Si la zorra de Suran te envío. —se miró en el espejo. —dile que una palabra suya y su garganta será abierta por mi cuchillo.

—No trabajo para Suran lindura. —se rio.

Jimin alejó su celular al ver que la llamada fue cortada, él se dirigió a la mesa y fingió que no pasaba nada ahora tenía otro cuerpo que arrojar al mar, Jungkook sería el último en cuanto a sus planes, mataría a ese tipo, luego a la zorra de Suran y si Jungkook causaba más problemas él también se iría con su hermano.

—Te ves pálido Jimin. —dijo el rubio. —¿Estás bien?

—Solo estoy algo cansado. —lo tomo de la mano. —manejar un restaurante a mi corta edad es muy difícil.

—Debes descansar más. —hablo.

—Lo sé. —miró su copa. —pero tengo unos problemas que debo resolver si quiero que todo siga en orden.

—Eres un chico muy inteligente. —dijo. —sabrás cómo manejarlo

—Sé que así será. —miró su copa de vino. —así será.