Sasaeng [Y.M] [✓]

52

Jimin se encontraba con el rapero en la habitación, Yoongi miraba a Jimin él cuál parecía haber llorado mucho, el pálido le acaricio la mejilla para calmarlo.

—Me tenía preocupado. —hablo Jimin. —¿Qué le pasó?

—Fue Suran. —se quiso acomodar, pero soltó un quejido. —ella me apuñaló.

—Hyung no se mueva. —lo detuvo. —¿Cómo que fue Suran?

—Tenías razón Jimin. —lo vio.

—No comprendo. —negó.

—En que Suran es una sasaeng. —le acarició la mejilla. —y quería culparte a ti de todo.

—Tengo miedo hyung. —lo vio.

—No dejaré que te haga nada. —le beso la mano. —le pondré una denuncia.

Jimin asintió y se alejó al recibir una llamada, Yoongi lo vio atento y Jimin lo miró y luego colgó la llamada para acercarse y tomar la mano de Yoongi.

—¿Qué ocurre? —le pregunto Yoongi.

—Entraron a mi casa y la quemaron. —respondió.

—¿Tu familia? —le dijo.

—No lo sé. —negó.

—Quedate a vivir conmigo Jimin. —sonrió.

Jimin asintió y le dio un corto beso en los labios, solo esperaba que D estuviera muerto aunque parece que sí, ya que ya no recibió mensajes ni nada que lo estuviera molestando o inculpando de algún crimen que haya cometido, ahora solo le quedaba Suran que por el momento no podía matarla porque estaba en el extranjero y lamentablemente no podía ir. Las semanas pasaban de manera lenta y Jimin estaba feliz de estar con Yoongi, él miraba su vientre estaba nervioso por su embarazo y más aún porque no le había dicho nada a Yoongi.

—Jimin. —escucho la voz del pálido.

—Sí. —sonrió.

—¿Está todo bien? —lo tomo de las mejillas. —te ves preocupado.

—No es nada. —lo abrazo. —es solo que con todo lo ocurrido me da miedo perderlo.

—No lo harás. —le dio un beso en la frente. —ven quiero mostrarte algo.

La pareja se dirigió al auto del pálido, él cuál condujo hacía un lugar donde tenía una hermosa sorpresa para Jimin, una que sabía le iba a encantar. Jimin cantaba las canciones de la radio mientras disfrutaba de la brisa y de la noche estrellada, Yoongi sonreía al ver al lindo pelinegro sonreír.

—Deberías de volverte cantante. —dijo Yoongi. —tu voz es hermosa.

—No creo que sea un buen idol. —se sonrojó. —además tengo mi restaurante no lo puedo dejar abandonado.

—Tienes razón Jimin. —lo vio por un momento. —pero yo solo digo la verdad.

Yoongi se detuvo un momento en una tienda y se cubrió para entrar en ella mientras que Jimin lo esperaba en el auto, Jimin revisó la guantera y vio una pequeña caja. Él se aseguró de que Yoongi no viniera y abrió la caja y sonrió al ver un anillo de compromiso, al ver que salía con unas compras lo guardo rápido y sonrió al ver que el pálido volvía a entrar y le sonreía de manera dulce.