La noche había caído sobre el reino y una madre se encontraba acostando a su hija. La pequeña de cinco años, se revolvía en la cama entre risas, mientras su madre intentaba arroparla con la sabana.
—Cariño, ya —la regañó entre risas.
La niña se detuvo, risueña, y su madre la miró con ternura. Ese pequeño terremoto se parecía bastante a ella de pequeña.
—Mami.
—¿Sí, cielo?
—Cuéntame un cuento.
—¿Un cuento? Bien. ¿Y cuál quieres que te cuente?
La niña echó un vistazo a la amplia habitación del castillo. El cabecero de su cama se encontraba pegado a la pared, frente al tocador; a la derecha había dos grandes ventanales, con cortinas de terciopelo color escarlata, y un gran balcón con las puertas de cristal. Había más cosas en la habitación: como el armario y algunas estanterías, pero lo que más destacaba era la inmensa fotografía enmarcada que había en la pared. En esa foto se encontraba toda su familia, la cual no era sólo biológica, sino que estaba conformada en su mayoría por amigos de sus padres y sus respectivos hijos. Entre todos, los que más resaltaban eran los niños. Se podía ver a una chica de cabello rubio, muy largo y liso, con unos profundos y hermosos ojos azules. Junto a ella se veía a un niño de piel oscura, algo más mayor que ella. También había tres hermanos de piel negra, dos niñas gemelas y un bebé. Luego había otro niño de piel blanca y cabello rojo, entre otros.
La pequeña sonrió, observando la fotografía.
—Ese —lo señaló.
La madre miró la foto por un momento y luego volvió a posar la vista en su hija.
—Te lo he contado miles de veces. Además, es un cuento muy largo.
La niña hizo un puchero, observando a su madre con una mirada suplicante, lo cual la hizo reír.
—Ahora se a lo que se refería tu padre. —La mujer se echó su larga melena rizada a la espalda, antes de continuar—. Está bien. —Iba a comenzar el cuento cuando la puerta se abrió, dejando ver al hermano mellizo de la niña—. Hijo, ¿no te estaba acostando papá?
—Me escapé. ¿Qué hacéis? —preguntó el pequeño, acercándose a la cama.
—Mami me iba a contar un cuento largo —dijo la niña.
—¿El cuento largo? —preguntó con complicidad.
—El cuento largo.
—¡Yo también quiero!
La mujer rodó los ojos, divertida.
—Está bien, sube. —Ayudó a su hijo a subir a la cama y el pequeño se acomodó bajo las sábanas, junto a su hermana—. Bien. Pues... Nuestra historia comenzó hace bastantes años. Y todo empezó con... ¿Una canción?
«Donde el viento halla el mar, una madre es tu memoria. Ven mi amor hacia tu hogar y la respuesta encontrarás».
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La magia de Avalon: Bienvenidos [Libro 1]
FantasyAvalon es una escuela de magia, creada para unir a todos los seres mágicos del mundo: sirenas, hadas, magos, harpías, centauros, faunos... Con la idea de terminar con cualquier tipo de discriminación, dando fin a la desigualdad y el odio en el mundo...