La magia de Avalon: Bienvenidos [Libro 1]

Capítulo 59: La revancha de Roxy

Roxy se impulsó con los brazos, como si fueran un cañón, y aterrizó a varios metros, consiguiendo clavar la caída.

—¡Wuu, muy bien, Roxy! —exclamó Peters. Se acercó a ella y chocaron la mano—. Estás lista para bordar el examen de mañana.

—¿Tú crees? De nada me servirá aprobar si no consigo la transformación, repetiré. Y nada habrá merecido la pena.

—¿Nada? Roxy, te he visto machacarte durante todo el año. No hay ni punto de comparación entre la Roxy de ahora, y la de hace seis meses. Créeme, estás lista. Además, el examen final es un circuito adaptado a vuestras habilidades y a vuestra transformación. Si activarás la marca durante la prueba, no lo sé. Lo que sí sé, es que con transformación o sin ella, la superarás. Y no tendrán argumentos para hacerte repetir.

—¿Estás seguro? —Esta vez Roxy preguntó con algo más de complicidad, como si solo quisiera obtener su consuelo.

Peters le puso una mano en el hombro.

—Estoy convencido de ello. —Le sonrió—. Todo saldrá bien.

Roxy le devolvió la sonrisa, agradecida.

—Gracias.

—Ve a descansar, ¿vale? Lo mejor que puedes hacer ahora es tranquilizarte, para mañana ir con toda la energía.

«Esperemos que eso sea suficiente» pensó el hada.

Roxy regresó a la escuela aun con la mente en el examen; le sería difícil no pensar en ello; y por el camino se topó con la última persona que quería ver.

—Por Dios, Brillet, vaya pintas —dijo Amanda, apreciando su apariencia cansada y sucia por el entrenamiento.

Roxy resopló.

—Déjame en paz, Amanda —dijo sin mirarla.

—Pero qué borde. Yo qué solo quería darte un consejo de amigas.

Roxy se detuvo y la miro.

—No necesito tus consejos y desde luego no eres mi amiga.

—Pues de compañeras entonces.

Roxy se rio.

—¿Sabes acaso lo que es eso?

—Con ese temperamento dudo que consigas pasar el año. —Roxy apretó los puños, molesta—. Por mucho que entrenes no van a salirte las alas ahora.

—Eso no lo sabes.

—Claro que lo sé. Yo también soy un hada, ¿recuerdas? Vengo de todo un linaje de hadas de la luz. Soy la princesa del último reino de hadas que permanece en pie. Conozco a nuestra raza mejor que tú, hadita sin alas. Y sin duda, eres una especie defectuosa.

—Amanda, das mucha pena, ¿lo sabías? Tal vez no conozca a las hadas, pero sí a la realeza, y creo que yo no soy la única que ha salido defectuosa. Preocúpate mejor por tus propios asuntos y a mí déjame en paz. —Roxy dio media vuelta y se marchó. Sabía que seguir dando conversación a Amanda era una pérdida de tiempo.

—El año que viene tal vez deberías centrarte en tu parte pez. Parece que esa sí que quiere salir —la escuchó a sus espaldas, pero no seguiría entrando en su juego.

Cuando entró en su dormitorio, Misty se encontraba sentada en el sofá, repasando para la recuperación de astronomía.

—Hola, Roxy. Uy, ¿y esa cara?

—Acabo de cruzarme con Amanda.

—¿Qué te ha dicho ahora esa lagarta?