Capítulo 53: El ritmo de la jungla (Di y Roxy)

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Di y Roxy

En el lado Oeste de la isla, Peters se encontraba partiéndose de risa por las exageradas reacciones de Roxy en la jungla. Al parecer, la humedad del lugar, los mosquitos y las plantas que amenazaban con meterse en su boca mientras caminaba, no eran muy de su agrado.

—¡Odio los bichos! —se quejó el hada, tratando de apartarlos con la mano—. Mira, soy de las que disfruta paseando por el bosque de Avalon, pero una de las razones por las que me gusta es porque no hay tantos insectos molestos, ni animales, ¡ni tanta humedad! Avalon está desierto, por eso lo amo.

Di se echó a reír.

—En cualquier sitio con naturaleza hay bichos, Roxy.

—Sí, pero es que aquí hay enjambres esteros y las plantas se mueven. —De repente se escuchó el graznido de un pájaro y Roxy se encogió—. Como vea otro pájaro, voy a gritar. —No era muy fanática de las aves.

—Creía que vivías en una isla tropical.

—Lion King es un reino extraño. Es una isla con playa y bosque. Sin palmeras o cosas así. Con montañas y leones.

—En una isla.

A todo el mundo le resultaba extraño que hubiera leones en un ecosistema como ese.

—Ellos estaban antes de que llegáramos. Son una especie peculiar, no comen carne.

—¿Ah, no?

Roxy negó con la cabeza.

—Lo más parecido que comen es pescado.

—Eso explica muchas cosas. Además, son como los dragones con los magos del fuego, ¿no? Compartís un vínculo especial.

—Bueno, se supone.

—¿A qué te refieres?

—O sea, yo me entiendo con ellos, convivimos, me hacen caso y cuidan de mí. Pero no tengo ese vínculo que comparten mis hermanas.

—Debe ser una lata.

—¿Ser la princesa de los leones y no conectar con ellos? Sí, mucho. Pero bueno, estoy acostumbrada.

—¿Acostumbrada?

—A que nada me salga bien.

—Veo que eres bastante negativa.

Di estaba tan relajado que era irritante, sobre todo porque Roxy estaba de los nervios.

—Y un pelín borde. Perdona si me quejo demasiado, no ando de muy buen humor.

—Lo he notado. ¿Necesitas hablar?

—¿De qué estoy tan nerviosa que siento que prenderé fuego a algo en un descuido, o de que soy la única aquí que no puede transformarse?

—Espera, ¿has venido sin la transformación mágica? —Di se veía realmente impactado.

—Pues sí. Sí, lo he hecho.

—Hay que tener valor.

«O ser estúpida» pensó Roxy.

—Hey, relájate. Esto estará chupado. Estamos en una jungla preciosa, solo tienes que disfrutar del paisaje.

—¿Cómo?

—En primer lugar, deja de pensar en los bichos o en los pájaros que sobrevuelan tu cabeza.

—Eso no me ayuda.

Di la tomó de las manos.

—Roxy, la naturaleza, sea de la clase que sea, está viva. Tiene un corazón que late y una voz que suena como música. ¿Nunca te has parado a escuchar el viento?

La magia de Avalon: Bienvenidos [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora