Capítulo 21: Vísperas de fiesta y amor de padre

107 18 61
                                    

Tras la reunión del consejo Vanyan, Darion y los directores de Avalon, se reunieron con Peters en la escuela Sur. Se acomodaron en el despacho de Arcos, mientras merendaban y discutían sobre lo hablado en el consejo.

- La verdad, a mí también me preocupa lo de los dragones - comento Peters -. Lo que no logro comprender es de donde han salido.

- Tras la destrucción de los reinos del fuego, los dragones se resguardaron en las montañas de Anakso... Pero poco a poco fueron muriendo allí - contó Sierra, apenada.

- La energía de los dragones estaba ligada al fuego de su reino, al igual que la de su gente. Con la extinción de estos y la perdida de la llama de la vida... el fuego del dragón se perdió - prosiguió Arcos.

Darion se encogió en el sitio y bebió de su vaso de limonada ácida, con la cabeza agacha.

- Se escondieron de los humanos - entendió Peters. Sin la protección de su gente, estaban a merced de cazadores furtivos -. No habrían salido de las montañas entonces. No tiene sentido. Además, no hay razones para atacarnos - comento, confuso.

- Los hechizaron - aclaro Vanyan -. Están débiles, así que no es tan difícil para alguien experimentado controlarlos. Lo que está claro es que hay alguien más detrás de todo esto.

- ¿No se llevaron nada?

- En Fenizh sí - contesto Sierra, captando la atención de todos -. Supusimos que tal vez los ataques eran una distracción.

- Pelín exagerada, ¿no te parece?

La mujer asintió.

- De los colegios no se llevaron nada, pero en Fenizh tomaron un pergamino.

Los más jóvenes se miraron curiosos.

- ¿Qué clase de pergamino? - pregunto Vanyan.

- Solo sé que es parte de un hechizo. No quisieron contarme más. El gobernador de Fenizh es un tocapelotas.

Darion no pudo evitar sonreír, divertido, como un niño, ante el vocabulario de la formal directora de Avalon.

- Por favor, esa lengua, mi Sra. Directora - se burló. Y Sierra le sonrió.

- ¿Y los guerreros de élite? - pregunto Peters, siguiendo con el tema.

- Ya los he mandado a investigar - prosiguió la directora -, pero quien sea, ha borrado muy bien su rastro. La única prueba que tenemos de que hay alguien detrás, es el robo, y la sospecha de que los dragones se encontraban bajo un hechizo. Pero no han dejado ni rastro del responsable.

- ¿Qué paso con los dragones tras los ataques? - pregunto Darion, entrando en la conversación por fin.

- Se marcharon.

- ¿Eso es bueno o malo? - cuestiono Peters.

- Es algo. - El mago no quiso darle más vueltas al asunto -. En cualquier caso, esto es cosa nuestra. - Detuvo a Vanyan antes de que replicara -. Vosotros solo debéis preocuparos por impartir bien vuestras clases.

- Uy, pobres mis alumnas. Vanyan las va a matar.

- Haré lo necesario para que sepan valerse por sí mismas en caso de ataque - se defendió el elfo -. Yo solo entreno chicas fuertes.

"Te pasas de la raya a veces, hermano" pensó Peters.

- Bueno. Dejemos ya este tema deprimente - quiso desviar la conversación la directora -. Peters, ¿cuándo volvamos quieres comenzar a sacar los adornos?

Peters sonrió, ampliamente.

- ¡Claro! - exclamo -. Siempre es divertido poner el árbol, ¡y decorar el comedor! Quedará precioso.

La magia de Avalon: Bienvenidos [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora