Capítulo 22: Navidad en Avalon

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El veintitrés de diciembre todo Avalon se encontraba decorando el comedor de ambos edificios para las fiestas. Celebraban la Nochebuena y la Navidad, en la escuela Norte; y Nochevieja y Año Nuevo, en la Sur. Pasaban la noche en las otras escuelas durante esos días.

Peters era un entusiasta de la Navidad, y le emocionaba mucho decorar el árbol con sus alumnas.

- ¡Espléndido! - exclamo cuando colocaron el último adorno (sin contar la estrella que aún faltaba) -. Genial, chicas. Bajad, no vayáis a caeros.

- Ehh... Profesor Peters, - Las dos hadas descendieron al suelo -, podemos volar - le recordaron, divertidas.

- Cierto. - Ambas rieron por la expresión de incredulidad del mago -. Id a comer algo a la mesa de dulces, os aviso para poner la estrella. Gracias.

Las chicas se despidieron con una sonrisa y se fueron a comer. Peters no podía evitar observarlas con algo de melancolía. Eran alumnas de tercero, o sea, sus primeras estudiantes, y aquella sería su última Navidad con ellas. La primera despedida siempre era dura.

Vanyan se encontraba en una mesa, terminando de envolver algunos regalos junto a Sierra. Ambos contemplaron al mago, divertidos; era tierno ver lo mucho que se emocionaba en esa época, y como animaba a sus alumnas. Antes de su llegada, la mayoría no querían bajar a decorar, y ahora era como un juego para ellas. O tal vez, solo querían una excusa para estar con su joven y guapo maestro.

- Es como un niño - comento Vanyan.

- Alegra el ambiente - contesto Sierra -. Ya no me imagino una Navidad sin él.

- Yo tampoco. Todo ha cambiado mucho desde que llego.

- Pero a mejor. Antes no estarías aquí con los demás envolviendo regalos y decorando la sala.

- Ya, bueno... - Vanyan observo a Peters -. Quizá necesitaba un nuevo hermano con el que jugar - bromeo.

Sierra sonrió y le dio un beso en la mejilla.

- Me alegra que vuelvas a tener un poco de espíritu navideño. - Acaricio su mejilla.

- No se lo digas a Peters, que se emociona.

Sierra rio, pero sabía que a su hijo le preocupaba algo, y tal vez ella no era la persona con la que necesitaba hablarlo.

- ¡Peters! - llamo al mago -. ¿Podrías ir con Vanyan a buscar la estrella?

- Claro. Vamos.

Vanyan no replico porque hubiera mandado a dos personas a por un simple objeto; el cual, además, estaba en su habitación; simplemente se aproximó a Peters y lo siguió fuera de la sala, camino a su habitación.

El elfo admiraba los pasillos, animados, con las estudiantes canturreando y yendo de un lugar a otro, adornándolo todo. Antes de la llegada de Peters, su familia no estaba en su mejor momento, y eso, afecto a la escuela. Todo se sentía frío y sin vida. Pero llego Peters, desesperado por hacer amigos y disfrutar de las pequeñas cosas que le ofrecía la vida, y volvió a llenar la escuela de magia.

Nadie quería volver a recordar aquella época en la que todo se sentía gris, y mucho menos, querían pensar en una vida sin Peters con ellos.


Al llegar a la habitación del elfo, Vanyan tomo una caja blanca de su escritorio y la abrió, dentro había una hermosa estrella de oro para colocar en la punta del árbol.

- Es muy bonita - comento Peters.

- Sí que lo es... - Vanyan observo la estrella, melancólico.

- ¿Estás bien? - le pregunto su amigo.

La magia de Avalon: Bienvenidos [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora