El veintitrés de diciembre todo Avalon se encontraba decorando el comedor de ambos edificios para las fiestas. Celebraban la Nochebuena y la Navidad, en la escuela Norte; y Nochevieja y Año Nuevo, en la Sur. Pasaban la noche en las otras escuelas durante esos días.
Peters era un entusiasta de la Navidad, y le emocionaba mucho decorar el árbol con sus alumnas.
- ¡Espléndido! - exclamo cuando colocaron el último adorno (sin contar la estrella que aún faltaba) -. Genial, chicas. Bajad, no vayáis a caeros.
- Ehh... Profesor Peters, - Las dos hadas descendieron al suelo -, podemos volar - le recordaron, divertidas.
- Cierto. - Ambas rieron por la expresión de incredulidad del mago -. Id a comer algo a la mesa de dulces, os aviso para poner la estrella. Gracias.
Las chicas se despidieron con una sonrisa y se fueron a comer. Peters no podía evitar observarlas con algo de melancolía. Eran alumnas de tercero, o sea, sus primeras estudiantes, y aquella sería su última Navidad con ellas. La primera despedida siempre era dura.
Vanyan se encontraba en una mesa, terminando de envolver algunos regalos junto a Sierra. Ambos contemplaron al mago, divertidos; era tierno ver lo mucho que se emocionaba en esa época, y como animaba a sus alumnas. Antes de su llegada, la mayoría no querían bajar a decorar, y ahora era como un juego para ellas. O tal vez, solo querían una excusa para estar con su joven y guapo maestro.
- Es como un niño - comento Vanyan.
- Alegra el ambiente - contesto Sierra -. Ya no me imagino una Navidad sin él.
- Yo tampoco. Todo ha cambiado mucho desde que llego.
- Pero a mejor. Antes no estarías aquí con los demás envolviendo regalos y decorando la sala.
- Ya, bueno... - Vanyan observo a Peters -. Quizá necesitaba un nuevo hermano con el que jugar - bromeo.
Sierra sonrió y le dio un beso en la mejilla.
- Me alegra que vuelvas a tener un poco de espíritu navideño. - Acaricio su mejilla.
- No se lo digas a Peters, que se emociona.
Sierra rio, pero sabía que a su hijo le preocupaba algo, y tal vez ella no era la persona con la que necesitaba hablarlo.
- ¡Peters! - llamo al mago -. ¿Podrías ir con Vanyan a buscar la estrella?
- Claro. Vamos.
Vanyan no replico porque hubiera mandado a dos personas a por un simple objeto; el cual, además, estaba en su habitación; simplemente se aproximó a Peters y lo siguió fuera de la sala, camino a su habitación.
El elfo admiraba los pasillos, animados, con las estudiantes canturreando y yendo de un lugar a otro, adornándolo todo. Antes de la llegada de Peters, su familia no estaba en su mejor momento, y eso, afecto a la escuela. Todo se sentía frío y sin vida. Pero llego Peters, desesperado por hacer amigos y disfrutar de las pequeñas cosas que le ofrecía la vida, y volvió a llenar la escuela de magia.
Nadie quería volver a recordar aquella época en la que todo se sentía gris, y mucho menos, querían pensar en una vida sin Peters con ellos.
Al llegar a la habitación del elfo, Vanyan tomo una caja blanca de su escritorio y la abrió, dentro había una hermosa estrella de oro para colocar en la punta del árbol.
- Es muy bonita - comento Peters.
- Sí que lo es... - Vanyan observo la estrella, melancólico.
- ¿Estás bien? - le pregunto su amigo.
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La magia de Avalon: Bienvenidos [Libro 1]
FantasyAvalon es una escuela de magia, creada para unir a todos los seres mágicos del mundo: sirenas, hadas, magos, harpías, centauros, faunos... Con la idea de terminar con cualquier tipo de discriminación, dando fin a la desigualdad y el odio en el mundo...