La magia de Avalon: Bienvenidos [Libro 1]

Capítulo 32: El flujo del agua

Roxy despertó temprano por aquel extraño sueño. Incapaz de dormirse de nuevo, decidió levantarse y salir a pasear.

Cuando terminó de arreglarse se quedó observando la mochila donde guardaba las velas, las vendas de las manos, y de más material de entrenamiento. Se sentía inquieta. Entrenar era lo único que mantenía su mente ocupada, alejada de los rumores, y de la pena por el estado de su abuela. La reina de Lion King había mejorado, o eso decían, pero seguía indispuesta en la cama, y eso no auguraba nada bueno.

Tomó la mochila, una chaqueta, y salió con cautela de la habitación y el dormitorio. Era sábado a las ocho de la mañana, prácticamente todo el mundo seguía durmiendo. Camino deprisa para salir del edificio, como si estuviera haciendo algo malo. Temía encontrarse con Peters y que este la regañara por salir con la mochila de entrenamiento en fin de semana. "Debes descansar" le insistía constantemente. Y ella lo sabía. Pero parar implicaba despejar su mente, para que otros pensamientos la invadieran, y no soportaba eso.

En un pasillo, al desviar la mirada por un ruido, casi se da de bruces contra los hariball que estaban limpiando la escuela.

- Ten más cuidado, niña - la regaño uno de ellos.

- Lo siento.

Roxy prosiguió su camino, sin percatarse de que había atado mal su colgante al salir apresurada, y poco a poco este se había ido soltando, hasta caer al suelo al cruzarse con los hariball. Y un hariball de ojos violeta lo encontró.

Roxy atravesó la barrera y se adentró en el bosque. Respiro hondo al percatarse de que nadie la había visto. Pero se llevó un gran susto cuando Merope apareció de la nada, saliendo de un árbol.

- ¡Ahh! ¡Joder! Merope - exclamó sobresaltada, llevándose la mano al pecho.

- Lo siento, no era mi intención asustarte.

- Pues lo habrías logrado con creces. ¿Qué haces aquí tan temprano?

Merope dudo antes de contestar, pero al final se sinceró.

- He venido a practicar - confesó apenada -. No podía dormir. Somos las únicas sin la transformación aun y eso me tiene inquieta. Pensé que si entrenaba duro la conseguiría... Pero nada.

Roxy entendía bien cómo se sentía. Estaban al final de la clase. Todas habían conseguido ya su transformación mágica menos ellas, y sin esta no podrían aprobar el examen final. Era muy frustrante.

- ¿Y tú qué haces aquí? - le preguntó la ninfa.

- Más o menos lo mismo.

Merope parecía desconfiada. Algo había estado rondando por su cabeza las últimas semanas, y ver a Roxy saliendo a escondidas tan inquieta un sábado por la mañana, le hacían sospechar aún más.

- Roxy... - Le daba vergüenza preguntar -. Somos amigas, ¿verdad?

- Claro.

- ¿Y confías en mí?

- Por supuesto. - Realmente Roxy no comprendía a que venían aquellas preguntas.

- Vale, pues se sincera conmigo, por favor... ¿Vas a ver a alguien?

- ¿Cómo?

- Estás saliendo casi a hurtadillas. Sé honesta conmigo, por favor. - Merope parecía preocupada -. ¿Vas a ver al profesor Peters?

Roxy se ruborizó un poco por la repentina pregunta.

- ¿Qué? - fue lo único que salió de sus labios.

- Está pasando algo con Peters, ¿verdad?

- ¿Qué? ¿Cómo que algo? ¿A qué te refieres?

- Te he visto hablando con él a solas más de una vez. Y vi como te pasaba una notita en clase el otro día. - Roxy se sentía avergonzada -. Y una tarde... Te encontré entre sus brazos, estabais solos en el bosque. - Roxy no daba crédito de lo que estaba escuchando. Ciertamente parecía cualquier cosa -. Roxy, si pasa algo con Peters puedes contármelo...