Capítulo 56: Tras la luna

103 15 68
                                    

León, Shuri y Peter se encontraban fuera de la enfermería, esperando noticias de Brandon y Beck. Peter no paraba de andar de un lado para otro, muy nervioso. Sabían que Brandon estaba estable, pero aún no les habían dicho nada sobre Beck.

—Así que... Beck y tú —mencionó el tritón. No encontró otra forma de entablar una conversación con el elemental, ya lo había intentado.

Peter se detuvo de golpe y los miró con algo de pánico, sin saber muy bien qué contestar.

—Tranquilo, ya lo sabíamos —dijo Shuri.

—Sí, era muy obvio. Lo que no sé es cómo nadie más se ha dado cuenta todavía.

—Por favor, no se lo contéis a nadie —les suplico Peter.

—Tranquilo, no diremos nada —prometió Shuri.

—Por tu expresión deduzco que no es solo un lío —mencionó León.

Peter negó con la cabeza y terminó rompiendo a llorar. León se levantó y lo abrazó.

—Tranquilo.

—Lo quiero... Lo quiero mucho —dijo Peter entre sollozos.

—Lo sé. Tranquilo, todo va a estar bien.

León comprendía perfectamente como se sentía. Su corazón se detuvo por un momento cuando Brandon no reaccionaba, y estuvo a punto de romperse en mil pedazos. Aguardar por noticias era aterrador.

Se sentaron los dos junto a Shuri, colocándose Peter entre ellos.

—Comenzamos a vernos hace un par de años, un verano —comenzó a contar—. Él acababa de volver de Avalon y estaba... No sé. Diferente.

—Más fuerte —bromeó León, sacándole una pequeña sonrisa a sus amigos.

—Sí... Empezamos a hablar y nos hicimos amigos. Seguimos escribiéndonos mientras estaba en la escuela. Hace más de un año ya, nos besamos y comenzamos a salir. —Peter soltó un pequeño sollozo—. Me enamoré... Pero no podía decírselo a nadie.

—¿Por qué? —preguntó Shuri. Realmente no lo comprendía.

—Beck no ha salido del armario, solo lo sabe Brandon. Y yo... no sé. Es que, los momentos que compartía con él eran tan mágicos... son tan mágicos, que me daba miedo que terminaran. Cuando estoy con él me siento más yo de lo que me he sentido nunca. Saca un lado de mí que no sabía que tenía, —Sonrió—, y lo amo por eso.

—Cuando algo es tan especial te da miedo que alguien más lo arruine, por eso lo escondes —dijo León—. Te entiendo.

—Pero no se puede vivir en una burbuja para siempre —replicó Shuri—. Las relaciones tienen que avanzar.

—Lo sé. Últimamente, hablábamos de contarlo. Beck dijo que quería comenzar a salir del armario. Pero creo que me daba más miedo que se supiera a mí que a él.

«No quieres que vean ese lado de ti todavía» lo entendió León.

Todos sabían que Peter era gay, su sexualidad no era un misterio, ni nada que hubiera ocultado nunca. Pero el chico tímido y retraído de antaño, ya no existía, era pura fachada, y a Peter le daba miedo que lo conocieran de verdad. Nunca le gustó ser el centro de atención.

—Beck es fuerte, se pondrá bien —dijo León, intentando calmarlo un poco.

En ese momento, la puerta se abrió, y Kongrag y Darion salieron de la enfermería. Los tres se levantaron de golpe.

—Podéis respirar, chicos —dijo el enfermero—. Los dos están bien.

—¿Qué pasa con Beck? —preguntó Peter, angustiado.

La magia de Avalon: Bienvenidos [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora