La magia de Avalon: Bienvenidos [Libro 1]

Capítulo 57: Mil vidas atrás

Los exámenes finales de Avalon estaban llegando a su fin en la escuela Sur, ahora solo quedaban las recuperaciones.

Lee se juntó con la banda en la sala de música, para tocar una canción nueva que había escrito. Era una canción muy animada; perfecta para una fiesta; y claramente iba dirigida a una chica.

—¡Increíble! Eso ha sonado genial, chicos —los felicito Shuri cuando acabaron. Había ido como espectador.

—Aún hay cosas que pulir. Pero sí, ha sonado muy bien —dijo Lee, mientras detenía la grabación. La estaba grabando en su portátil para ver que tenían que mejorar.

—Es muy buena.

—Estoy de acuerdo —lo secundo León—. De tus mejores canciones, amigo. —Choco la mano con Lee—. Felicidades.

—Gracias.

—Me pregunto en quién estarías pensando cuando la escribiste —mencionó Di, burlón.

—Sí. Tal vez en cierta princesita de fuego —dijo Dustin.

—Qué infantiles sois —respondió Lee, algo avergonzado.

—Vamos, ¿cuándo te vas a declarar? —le preguntó León—. Ya habéis salido, y ella sabe que te gusta.

—No creo que sepa que me gusta, porque no se lo he dicho.

—No, lo digo porque eres muy obvio.

Todos se rieron.

—Llevo diciéndoselo semanas, pero no me hace caso —dijo Lorca—. A la chiquilla le gustas, ¡da el paso de una vez!

—¿En serio vosotros me vais a insistir a mí con eso? ¿De verdad? —contraataco Lee. Él no era el único que no avanzaba en sus relaciones—. ¿Qué tal con Brandon, León?

—Golpe bajo —replicó el tritón.

—Razón no le falta —dijo Dustin—. Andáis acarameladitos todo el día. ¿Sois novios ya o qué?

—Aún no somos nada. Bueno, no nada. O sea... ¡Ag! No sé.

—Brandon ya te dijo que le gustas, y él te gusta a ti, ¿no? —mencionó Di.

—Claro que me gusta. Es que... —Miro a Shuri de reojo; era el único que sabía por lo que estaba pasando— es complicado.

—Vaya panda. —Dustin sacó su móvil y sonrió al recibir un mensaje. Di se acercó sigiloso y se rio al ver con quien hablaba.

—Mira quien fue a hablar. ¿Escribiendo a Merope otra vez?

—Uhhhh —exclamaron todos con burla.

—Solo es una amiga.

—Ya. Me contaron que te detuviste a pedirle su número antes de volver de la isla —comentó Lee.

—Sí, porque ahora es mi amiga. Solo nos escribimos de vez en cuando.

—Anoche estuvieron hablando hasta tarde. Le estaba animando para los exámenes —contó el elfo.

Los chicos volvieron a hacer ruiditos, para avergonzar a Dustin.

—¡Oh, callaos ya! —Todos se rieron—. Menos humos, hermanito. Te recuerdo que te quedaste dormido en la cama con Lex, mientras yo me encontraba convaleciente en la de al lado. Vaya trauma.

El elfo se ruborizó.

—No habíamos dormido en toda la noche. No fue nada —dijo abochornado.

—Ya, ya, ya. Lex te dijo que quería estar a tu lado.