Capítulo 15: La cima alcanzar

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El resto del entrenamiento fue todavía más devastador. El tiempo apremiaba, y hubo que intensificarlo.

La parte física resulto ser lo más sencillo. Peters acertó al añadir el baile al estilo de pelea de Roxy. El hada se movía con más soltura, y sus ágiles movimientos eran buenos a la hora de esquivar. Ser tan pequeña y delgada le supuso una ventaja, alcanzarla no era tan fácil. Además, el movimiento de sus pies era muy rápido.

El equilibrio ya no fue tan sencillo. Cuando se movía le era más fácil mantenerse en pie, porque no se paraba a pensar en que podría caerse, pero sobre unos postes de madera le resultaba más complicado, a la mínima se distraía y caía al suelo.

Peters realizo un hechizo para que, al pisar el agua del lago, está solo les llegase hasta pasados los tobillos, y no pudieran hundirse en él. Luego coloco unos postes de madera, que iba haciendo cada vez más grandes. La idea era que Roxy fuese practicando cada vez con más altura, y si caía, lo haría en el agua, se mojaría, pero no se hundiría.

Roxy cayó cientos de veces, y se dio muchos golpes. Pero cada vez que besaba el suelo, Peters le tendía la mano para ayudarla a levantarse, y no podía rechazarla.

La parte más difícil para ella fue canalizar su magia. No entendía que problema había con su poder, pero su elemento no conseguía emerger. Podía lanzar pequeños rayos o esferas de luz, pero eran débiles, porque no correspondían a su elemente. Aún no había conseguido encontrar su fuerza.

Aquello era lo que más frustraba a Roxy. Sin su elemento jamás conseguiría su transformación, y daba igual cuanto se esforzase, sin ella no pasaría de curso.


Roxy apoyo las manos en sus rodillas y se inclinó, cansada. Su corazón latía más rápido por el esfuerzo, y sus ojos ardían por la rabia. Habían pasado horas desde que comenzaron el entrenamiento, y nada. Su magia parecía ser demasiado débil. Por mucho que lo intentara, sus ataques no eran muy efectivos, y ni siquiera conseguían identificar su elemento.

- Creo que es suficiente por hoy. Deberías tomarte un descanso. Seguiremos con ello el lunes – le dijo Peters.

El hada apretó los dientes y cerro los puños, resignada. No quería parar, pero tampoco sabía que más hacer.

- Está bien - contesto a regañadientes.

Roxy tomo sus cosas y se marchó, sin siquiera mirar al profesor. Este sabía que estaba molesta consigo misma, pero no podía hacer mucho más por ella, él tampoco entendía que estaba fallando.


A la hora de la cena, Peters se pasó por el despacho de la directora para llevarle la comida; tenía trabajo acumulado.

- Gracias, Peters – le agradeció la mujer. Su escritorio estaba lleno de papeles -. ¿Tú ya has comido?

- Ahora iré.

Sierra lo miró fijamente. Era más que evidente que el joven profesor necesitaba hablar.

- ¿Ocurre algo? - le pregunto -. Pareces preocupado.

Peters suspiro y se sentó frente a la directora, dejando a un lado la fachada alegre y perfecta que solía mostrar a sus alumnas.

- Cuando me contrataste yo no sabía qué pintaba aquí. Nunca había enseñado a nadie. Pero tú me dijiste que veías algo en mí, sabías que era bueno y que haría un gran trabajo.

- Y lo has hecho. Todo ha cambiado mucho desde que llegaste, pero para mejor.

- ¿Cómo ves el potencial de alguien cuando no lo muestra?

La magia de Avalon: Bienvenidos [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora