Capítulo 10: Las palabras que nunca dije

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La semana siguiente, Peters se ausento los tres primeros días, siendo sustituido por la directora. Fue un fastidio para el mago perderse la segunda semana de clase. Se sentía como una decepción. Pero aún no estaba en condiciones de volver, no habría impartido una buena clase en su estado.

Cuando necesitaban alguna suplencia, los directores o incluso los enfermeros, impartían las clases. Los enfermeros de Avalon, eran considerados profesores, e incluso, más importantes. Era imposible que nadie resultase herido a lo largo del curso en las clases, al fin de al cabo, estudiaban magia, lo cual implicaba: explosiones, hechizos que salen mal, elementos descontrolados, golpes... accidentes. Por lo que Margarita y Kongrag eran, probablemente, las dos personas más importantes del centro.

Además, el elfo y la maga, tenían la formación adecuada para impartir clases como pociones o canalización de la magia. En el resto no tenían tanto nivel. Aunque Kongrag se defendía en astronomía.

El miércoles, la última clase de primero fue canalización de la magia. La directora Sierra era una buena maestra, pero sus lecciones no se hacían tan amenas como las de Peters.

Aquella semana, habían comenzado a aprender los puntos clave de la magia.

- La magia es para nosotros como un ente con voluntad propia. No podemos simplemente examinarlo y averiguar cómo funciona. La magia cambia y se desarrolla como quiere y cuando quiere. En el peor momento puede fallar sin razón alguna – les explico la directora el primer día –. Pero a lo largo de los siglos, hemos podido ver ciertos patrones en esta que nos han ayudado a utilizarla en nuestro beneficio. Por ejemplo, los elementos.

'Cada raza, e incluso cada familia, tiene ciertos poderes que han ido desarrollando o manifestando; ataques o habilidades especiales. Y todos poseemos un poder que está ligado a cierto elemento. Por ejemplo, la magia de los elfos está ligada a la naturaleza. Las hadas de Lear, como Amanda, son hadas de luz. Y las sirenas, claro está, tienen un poder sobre el agua. Hay algunas razas como los elfos o las sirenas, cuyo elemento es muy general. En cambio, con las hadas, por ejemplo, puede variar dependiendo del tipo.

- Pero, profesora, la mayoría de hadas que existen controlan la naturaleza o la luz solamente – comento Amanda.

- Sí, pero no siempre fue así. Antaño, las hadas eran una raza muy peculiar, quizá la más extraña e incluso fuerte. En la época de Avalon había todo tipo de hadas, con poderes y elementos diferentes.

- ¿Y ya no las hay? - pregunto Roxy, algo insegura.

Una chica de piel morena que siempre andaba con Amanda, se rio.

- Claro que no. Nos hemos vuelto únicas en nuestra especie – contesto con orgullo.

- Ciertamente, en los años de guerra, las hadas salieron muy mal paradas y su estirpe fue disminuyendo. Actualmente solo existe un reino completamente de hadas, y es Lear, el reino de las hadas de la luz. En él viven también algunas otras razas, y hadas de la naturaleza – siguió la directora –. La magia general (dejando a un lado elementos o poderes especiales), es algo que poseemos todos, y existen algunos hechizos básicos que todos podemos realizar. Por ejemplo, una esfera de luz para alumbrarnos o defendernos en una situación crítica, pero claro está, no resultara tan efectiva como el ataque de un elemento de luz.

'Cuando obtenemos nuestra transformación mágica, nuestro elemento principal se manifiesta; normalmente ya lo ha hecho, es el primer paso para obtenerla. Y eso será lo que trabajemos esta semana. Deberéis encontrar vuestro elemento principal y aprender a manifestarlo con naturalidad.


Durante toda la semana estuvieron realizando ejercicios para manifestar los elementos, pero Roxy parecía fracasar en cada uno de ellos. Chispas salían de sus manos generando ráfagas, destellos... pero nada más. Simplemente magia leve sin ningún resultado.

La magia de Avalon: Bienvenidos [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora