Capítulo 16: Uno entre un millón

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El trabajo de Roxy comenzó a notarse las siguientes semanas. No estaba consiguiendo las mejores calificaciones en las clases teóricas, pero estaba aprobando.

- ¡Un seis! ¡Toma! - grito Misty al recibir la calificación del último examen de pociones -. ¿Cómo te ha ido? - pregunto a Roxy.

- Cinco y medio – contesto el hada, satisfecha.

- ¡Choca esa!

Roxy choco su mano, riendo por el entusiasmo de la elfa. En verdad también estaba muy contenta. Nunca espero sacar una calificación muy alta, en lo que a teoría se refiere, con aprobar le bastaba.

La última clase del día fue defensa, y Roxy salió todavía más feliz de esta, al recibir un cumplido por parte del elfo por primera vez; había mejorado y se notaba.

- Parece que vas por buen camino. No te detengas ahora – le dijo el profesor. Y aquello basto para hacerla sonreír.


En la tarde, tuvo su último entrenamiento con Peters, antes de los exámenes finales. El mago le recomendó descansar los días antes y no forzarse demasiado para no llegar fatigada.

Al concluir el día, se quedaron sentados en el césped, viendo cómo caía la noche. Ambos estaban cansados y sudados. Había sido el entrenamiento más duro hasta la fecha, pero también con mejores resultados.

- Estoy orgulloso de ti – declaro Peters de repente, provocando que el rostro enrojecido por el esfuerzo de Roxy, se pusiera aún más rojo -. Sé que no es fácil sentir que no encajas en ninguna parte, y que todos intenten dictar que puedes o no hacer... Es duro. Pero eres valiente. Tienes un corazón de oro, y una voluntad de fuego. Aunque mis palabras no valgan nada, yo creo que vales mucho, y sé que vas a conseguir cualquier cosa que te propongas.

El hada sonrió.

- Gracias. No lo habría conseguido sin ti.

- Al menos ya me has quitado el usted del todo.

Ambos se rieron. Alzaron la cabeza y vieron como el cielo había comenzado a cubrirse de estrellas. La vista en Avalon era hermosa, sin importar donde miraras. Permanecieron unos segundos en silencio hasta que el hada volvió a hablar.

- Mi padre decía que las personas nunca se van del todo. Que permanecen en las estrellas, y nos observan desde el cielo. Su espíritu danza entre los mundos, velando por nosotros.

- "Mientras tengas las estrellas nunca estarás solo" - cito Peters -. Es una frase de los ángeles.

Ambos se sonrieron con dulzura.

- Espero que pueda verme – prosiguió Roxy.

- Estaría orgulloso de ti.

- ¿Hay alguien ahí arriba observándote a ti? - se atrevió a preguntar el hada, curiosa. Pero enseguida se arrepintió, no quería tomarse demasiadas confianzas.

Antes de que pudiera disculparse, Peters hablo:

- Mi padre, supongo – contesto -. Murió hace poco. Pero no nos llevábamos bien. No velo por mí en vida, dudo que lo haga ahora.

- Lo siento... Supongo que siempre es mejor que los que están aquí abajo sean los que velen por ti.

La mirada de Roxy parecía decir: "yo lo hago", lo cual conmovió a Peters.

Trabajar las inseguridades de Roxy era difícil, pero estar con ella no. La chica lo escuchaba y valoraba cada cosa que decía. Era agradable entrenar con ella una vez se sentía segura y dejaba de machacarse tanto.

La magia de Avalon: Bienvenidos [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora