Lex roncaba, abrazado a la almohada, mientras su amigo Peter dormía en una cama plegable a sus pies. Peter había dado tantas vueltas durante la noche, que tenía un pie fuera de la cama y su sábana había terminado en el suelo. El sonido del despertador sacó a ambos de sus aclamados sueños, provocando que despertasen de un brinco, y Peter cayera finalmente de la cama.
—¿Qué pasa? ¿Qué pasa? —preguntó Lex, sobresaltado.
Peter se sobó la cara mientras se levantaba.
—Es el despertador —dijo cogiendo la manta y volvió a tumbarse en la cama—. Idiota. ¡Apágalo!
—Ya voy, ya voy... —Lex apagó el despertador y volvió a tumbarse. Echó un vistazo a la hora antes de cerrar los ojos de nuevo, y tardó unos segundos en recordar porque el despertador había sonado—. ¡Hoy nos vamos a Avalon! —grito, espabilando de golpe. Tomó un cojín y se lo lanzó a Peter—. ¡Despierta! ¡Nos hemos dormido!
—¡¿Qué?! —Peter volvió a levantarse, bruscamente, cayendo al suelo de nuevo—. ¡Auch! Anda que ya te vale.
—¡Corre, vístete!
Ambos se prepararon lo más deprisa posible y tomaron un taxi para ir al centro de la ciudad, donde cruzaron un portal que los llevó a la ciudad de Naron, desde allí cogieron un bus que los dejó en la zona de recogida y caminaron durante un rato hasta llegar al fin a la escuela de magia de Avalon.
Al final, con tantas horas de trayecto no llegaron a la escuela hasta después de la hora de comer.
—Primer día y ya nos van a regañar —dijo Peter.
—La culpa es tuya —replicó Lex.
—¿Mía?
—Te invité a dormir precisamente para que me despertaras. Era tu obligación, y te has dormido.
—Perdona si tus ronquidos no me dejan descansar en paz.
—¡Yo no ronco!
Peter rodó los ojos.
—Anda, vamos, no perdamos más el tiempo.
El diseño de la escuela sur, era algo diferente a la de las chicas. Los muros eran de color gris y el tejado de los torreones rojo. Además, el edificio estaba construido en círculo, y contaba con más instalaciones separadas.
—Llegáis tarde —les dijo una voz familiar, en cuanto pusieron un pie en la escuela.
Peter y Lex se detuvieron de golpe y cerraron los ojos, maldiciéndose a sí mismos.
—Mierda... —murmuraron antes de darse la vuelta.
—Profesor Darion, cuánto tiempo —dijo Lex bastante nervioso.
—¿Qué tal todo? —preguntó Peter, intentando cambiar de tema.
El profesor Darion era un hombre alto y fuerte; de cabello castaño oscuro y ondulado, largo hasta el final de su cuello. Tenía una ligera barba y los ojos marrones. Su expresión era firme y algo intimidante. Su vestimenta se alejaba bastante de la ropa más moderna de los chicos, con un aspecto algo más medieval, pero sencillo, en colores tierra.
—La última vez que os vi me prometisteis que no llegaríais tarde esta vez —les recordó—. ¿Y qué habéis hecho?
—Hemos llegado tarde —dijeron al unísono, cabizbajos.
—No volverá a pasar —aseguró Peter—. Lo juro.
Darion resoplo.
—No tenéis remedio. Anda, id a registraros. El profesor Dentys está en la entrada, hablad con él.
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La magia de Avalon: Bienvenidos [Libro 1]
FantasyAvalon es una escuela de magia, creada para unir a todos los seres mágicos del mundo: sirenas, hadas, magos, harpías, centauros, faunos... Con la idea de terminar con cualquier tipo de discriminación, dando fin a la desigualdad y el odio en el mundo...