Capítulo 14: Mi momento

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En noviembre el final del primer trimestre estaba cada vez más cerca y los alumnos de Avalon comenzaban a inquietarse.

Roxy iba tirando con las clases teóricas; Lizzy y Lana las estaban ayudando, a ella y a Misty. Pero en canalización de la magia y defensa, era diferente. No bastaba con sentarse a estudiar, ni siquiera con practicar un paso. Canalizar la magia era algo que implicaba muchos factores: el corazón, la mente, el cuerpo, el alma... Y nada en Roxy parecía estar en orden. La voz de sus amigas solo lograba estresarla más.

El examen final de defensa pondría a prueba el equilibrio y los reflejos. Requería de una gran concentración, algo en lo que Roxy no era muy buena.

A principios de noviembre, durante una clase de defensa, Roxy termino llena de hierba y barro. Había llovido y el césped estaba algo húmedo y blando. Pero claro, no podían secarlo con magia porque eso sería perjudicial para las plantas.

En la prueba de equilibrio deberían mantenerse de pie sobre unos delgados postes de madera y moverse por ellos mientras les lanzaban cosas, y a bastante altura. Roxy ni siquiera conseguía mantener mucho tiempo el equilibro parada sobre estos.

Vanyan se llevó una mano al rostro cuando Roxy cayo por última vez.

Durante el primer trimestre la alumna que más necesito ir a la enfermería fue ella.

- Muy bien, dejadlo por hoy. Ya podéis iros – les dijo a las chicas. Todas hicieron algún ruidito de júbilo, aliviadas por poder marcharse –. Brillet, quédate un momento, por favor – pidió al hada.

Roxy maldijo mentalmente y se levantó, bastante cansada.

- ¿Quieres que te esperemos? - le pregunto Lizzy.

- No, id yendo a cambiaros. Yo iré enseguida.

- Vale.

Roxy suspiro antes de acercarse al profesor.

- ¿Estás bien? - le pregunto el elfo.

- Eh... - La chica tenía algunos raspones en los brazos -. Sí, solo son rasguños.

Vanyan respiro hondo.

- Te voy a ser sincero... Eres pésima. Vas muy por detrás de todas tus compañeras, más incluso que de tus compañeros de la escuela Sur. Tienes que esforzarte más. Avalon no es lugar para débiles.

- Lo estoy intentando...

- No lo intentes, hazlo. Y si no, tal vez no deberías seguir aquí. - Aquello se sintió como una bofetada –. Roxy, no quiero ser malo, pero Avalon es una escuela exigente, de aquí salen grandes guerreros... Y no sé si podrás llegar a eso. Cúrratelo más. Con intentos no basta, quiero resultados.

Roxy ni siquiera supo que contestar. Vanyan dio por terminada la charla y la dejo marchar.

El hada volvió a su habitación, cabizbaja, ignorando por el camino las risitas y comentarios de Amanda y su grupo, que parecían haberse quedado a esperar solo para molestarla.

Al llegar a su cuarto se sentó sobre su cama, estaba muy cansada. Comenzaba a sentir una presión en el pecho, subiendo hasta la garganta. Soltó un largo suspiro y se encamino hacia la ducha.

Aquel otoño estaba siendo sorprendentemente cálido, al menos de momento. Roxy se vistió con una rebeca gruesa, de mangas anchas; un top de tirantes gruesos; unas botas de motero y un vaquero largo apretado. Todo en tonos azules, a excepción de las botas negras.

Tras asearse y cambiarse de ropa, bajo a comer con las demás, pero apenas hablo. Comió rápido y salió a pasear, sumida en sus pensamientos.

La magia de Avalon: Bienvenidos [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora