—¡No puedo hacer todas esas masas en casa! —le dije a Dulce antes de despertar del sueño. A mediodía, un repartidor tocó a mi puerta y me entregó una pesada caja. Sin remitente. Había una batidora dentro.
4. No Tengo Batidora
—¡No puedo hacer todas esas masas en casa! —le dije a Dulce antes de despertar del sueño. A mediodía, un repartidor tocó a mi puerta y me entregó una pesada caja. Sin remitente. Había una batidora dentro.