127. ¡Periódico! ¡Periódico!

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Anunciaba un pelícano del tamaño de una persona, usaba una gorra y chaqueta de marino. Llegué al final del Muelle de San Blas.

—¿Periódico? —el pelicano me señaló uno de los suyos.

—No, gracias.

Rezongó y dijo:

—Por eso la gente del mundo vigil está toda estúpida: no leen.

Me dio la espalda y se fue volando a otro sitio, entonces, desperté.

Diario de SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora