87. Adicta Al Café

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Así era mi sobrina Tasi, cuya mamá cometió el error de darle café desde muy pequeña. Un día mi hermana se enojó tanto con la niña que le lanzó un hechizo, convirtiéndola en tortuga para que no volviera a tomar café.

La tortuguita daba vueltas en su pequeña pecera de plástico, de esas que tienen unas escaleras con una palmera al final. Varias veces Tasi llegó a escapar de la pecera, cayendo en el suelo, y una vez no la encontramos.

Al día siguiente tuvimos visitas, y una de ellas derramó su taza de café. Cuando empezamos a limpiar, encontramos a Tasi lamiendo el charco de café con su lengua de tortuga.

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