43. ¡Devuélveme Mi Barco!

2 1 0
                                    

Drasuel persiguió a Jabalón hasta que este llegó al muelle, donde lo esperaba su tripulación con el barco listo para salir. Todos se reían del frustrado Drasu que los veía alejarse.

Le disparé con mi varita y Drasu empezó a ser cubierto por cientos de copias de él, mezclándose hasta formar un enorme Drasuel enojado, que empezó a caminar con dificultad en el mar.

Le dispararon flechas en los ojos y varios cañonazos que Drasu podía cubrir la mayoría de veces. Mientras él les arrojaba rocas marinas y lazaba llamaradas cuando sus pulmones se lo permitían.

Cuando Drasu por fin los alcanzó llegaron los refuerzos enemigos. Jabalón encendió varios explosivos antes de abandonar el barco. Drasuel dejó de perseguirlos porque su cuerpo volvía a ser pequeño.

Se quedó nadando, frente a las llamas consumiendo su barco. Pobre Drasu...

Diario de SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora