36. Onínauta 01

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Pude dormir y soñar. Estaba en la estación espacial, con mi traje puesto. Me cosquilleaba la nuca. Seguí las instrucciones que Mandy me decía y entré en una habitación que daba al exterior. Por el cristal pude ver el satélite.

—¿Tengo que ir hasta allá por mi cuenta?

—Sí. Si lo logras: solo tienes que arreglarlo y volver. Será como lo practicaste.

—No estoy muy seguro.

—Tranquilo, no es tu cuerpo. Nada puede pasarte.

Diario de SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora