Llegó por paquetería en tres días. Estaba en una oscura botella de vidrio. El vendedor dijo que no necesitaba darle comida o agua. No se sentía nada dentro de la botella al agitarla, mi hermano dijo que me habían estafado.
Guardé la botella en mi cuarto como decoración. Cuando pasó el terremoto, la botella se rompió, y vimos salir de la casa una luz azul aleteando como la de una luciérnaga.