Kendo la usaba para atacar a sus enemigos lanzándoles pequeños pero peligrosos rayos. La última vez, un hombre que lo asaltaba logró herir a Kendo. Quedó tan paranoico después de eso que, se la pasó limando y limando la piedra para poder liberar más electricidad, y así, lanzar rayos más largos y mortales. Después de eso, Kendo solo pudo usar la piedra una vez más.