01 | noche y día

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BIRMINGHAM, 1924


Finalmente todo encajaba en su lugar, pero Tessa sentía que se estaba desmoronando.

A pesar de que era el día de su boda, y el hecho de que sus planes se habían seguido perfectamente, todavía sentía que faltaba algo, y cuando sintió que Polly deslizaba la última horquilla en el desastre de rizos sobre su cabeza, tuvo que aguantar las lágrimas nerviosas.

—No puedo hacer esto —dijo Tessa, sacudiendo las manos e inhalando bruscamente—. Anoche fue demasiado. No podía dormir y Bella seguía llorando y fue horrible... no puedo casarme hoy porque mírame, ¡soy un desastre!

Polly se apresuró a golpearle el brazo con el cepillo, haciendo que Tessa se estremeciera. La mujer no reparó en el dolor de su futura sobrina y la miró fijamente—. Es mejor que tengas una buena razón aparte del hecho de que te ves un poco cansada.

—¡Me veo más que "un poco" cansada! —exclamó Tessa—. Siento que estoy a punto de desmayarme. Pol, no puedo hacer esto. Tommy no querrá casarse conmigo.

—Mentiras —espetó Polly con severidad—. He visto a ese chico mirarte como si fueras todas las estrellas en el maldito cielo, incluso cubierta de barro después de que te metiste en esa pelea con John. Si él puede ver más allá de eso, puede ver más allá de algunas sombras debajo de tus ojos.

Pero no eran solo sombras. Representaban todo lo que Tessa temía, todo acumulado durante la noche de insomnio que pasó deseando que Tommy estuviera a su lado. Los círuclos debajo de sus ojos eran las preocupaciones que la atormentaban desde que aceptó la propuesta y se comprometió con el amor de su vida.

¿Qué pasaría si él no quería casarse con ella?

¿Lo estaba haciendo solo por el bien de Bella?

¿Cómo reaccionaría si él no estaba en el altar esperándola?

¿Por qué estaba tan nerviosa cuando sabía que se trataba de Tommy, el hombre que amaba, y que él nunca haría algo así?

Era desgarrador sentir todas esas emociones negativas en lo que se suponía que sería el día más feliz de su vida. Era como si los temores que reprimía intentaran hacer que lamentara su decisión de casarse con Tommy, y todas sus dudas comenzaran a nublar su juicio.

Respirando profundamente, Tessa exhaló lentamente, tratando de regular su respiración—. De acuerdo, estoy bien. Solo son nervios... supongo.

—Bueno, no tienes por qué estar nerviosa —le aseguró Polly—. Esto va a salir perfecto. Ahora, vamos, ponte ese vestido.

Se necesitó la ayuda de Polly y la criada para poner a Tessa en su vestido, que había sido elegido con meses de anticipación y solo llegó el día anterior a la boda, justo después de que Tommy partiera por la noche. Al ser la primera vez que se lo probaba, Tessa no sabía qué esperar, y se sorprendió gratamente cuando abrió los ojos y se miró en el espejo de su habitación.

El vestido estaba hecho de bordados interminables que cubrían el sostén y parte de la falda. La tela de marfil complementaba la piel bronceada de Tessa y hacía que sus rasgos faciales sean más definidos, con el escote que exponía parte de sus clavículas para agregarle un poco de estilo a un diseño tan elegante. Aunque la falda simplemente estaba hecha; una simple capa de tela blanca más pura con una sobrefalda para darle algo de volúmen, le dio más forma al cuerpo de Tessa y exhibió lo que a menudo estaba oculto por vestidos y blusas ligeramente sueltas.

Casi lloró cuando se vio por primera vez, y no reconoció la cara que le devolvía la mirada. El maquillaje suave que Pol le había aplicado suavemente en la cara, destacaba sus ojos y sus rasgos se veían menos nítidos. Se sentía como una princesa, y de repente todos los nervios cuando Polly le cerró la cremallera del vestido.

—Pareces una maldita princesa —comentó Polly, como si hubiera leído la mente de Tessa. Dio un paso atrás cuando Tessa miró su reflejo una vez más.

—Me siento como una —murmuró Tessa—. Esto no está bien, Pol. No debería estar vestida así. Se siente mal.

—Sí, pero se ve increíble —dijo Polly, sonriéndole a Tessa—. Tus padres estarían muy orgullosos de ti y de la mujer en la que te has convertido.

Tessa luchó contra el nudo en su garganta mientras hablaba con voz ronca—. Gracias, Pol.

—Ahora, ¿estás lista? —preguntó Polly, cuando la puerta se abrió y las dos mujeres se volvieron para ver al intruso.

Ada entró, con Bella en sus brazos mientras miraba a Tessa. Se le cayó la mandíbula y parecía a punto de llorar—. Dios mío, Tessa, te ves increíble.

—Gracias, Ada —dijo Tessa, tendiéndole los brazos a Bella—. Hola bebé, ¿estás bien?

—Ha estado llorando —le adviritó Ada, señalando a Isabella—. Creo que quería estar contigo.

—Bueno —respondió Tessa—, creo que estoy lista así que puedo cargarla.

Otro golpe en la puerta las hizo saltar, ya que no esperaban a nadie más. Ada se acercó hacia la puerta, abriéndola un poco antes de suspirar—. Hola, Mason. Puedes entrar si quieres.

Mason entró en la habitación y Tessa se volvió para mirar a su hermano—. Cielos, Tess, te ves increíble. Mamá y papá estarían muy orgullosos.

—Los dejaremos solos —dijo Polly amablemente, tomando a Isabella y fingiendo no darse cuenta de la forma en que Tessa apenas podía hablar—. No te asustes, todo estará bien. Te veremos en la iglesia.

—Adiós, Bella —sonrió Tessa, despidiéndose de su hija, quien le devolvió el saludo con entusiasmo.

Una vez que Polly, Ada y Bella se fueron, Tessa y Mason se quedaron solos. El mayor de los James se aclaró la garganta—. Desearía que mamá y papá estuvieran aquí.

Tessa asintió, tragando el nudo en su garganta—. Yo también.

Mason extendió el brazo—. ¿Estás lista?

—¿Lista para dejar atrás los mejores años de mi vida y convertirme en una mujer casada? —preguntó Tessa nerviosamente—. Supongo que sí.

Hubo otro golpe en la puerta, y Mason se apresuró a responder—. Tommy, ¿qué diablos haces aquí?

—Tengo que hablar con Tessa —dijo Tommy.

—Es mala suerte ver a la novia antes de la boda —dijo Mason.

—Bueno, le hablaré a través de la puerta —insistió Tommy—. Ve a esperar abajo, Mason.

Tessa se acercó a la puerta mientras Mason la miraba. En un susurro, dijo—: Te estas por casar con un hijo de perra agresivo. Buena suerte con eso. Te veré abajo.

Cuando Mason se fue y cerró la puerta, Tessa se apoyó contra ella y dejó escapar un suspiro—. ¿Tommy?

—Estoy aquí —fue la respuesta.

Tessa sonrió aliviada—. Es bueno escuchar tu voz.

—Lo sé —respondió Tommy—. Dios, desearía poder verte.

—Me matarían, literalmente, todos —dijo Tessa con una ligera risa—. Tommy, estoy nerviosa.

—Yo también, Tess —dijo Tommy en voz baja—. Pero después de esto seremos una familia. Una familia de verdad.

Tessa cerró los ojos y se tomó un momento para imaginar lo que Tommy dijo—. No puedo esperar.

—Debo irme —murmuró Tommy—. Te veré pronto, Tess.

Con un último suspiro, Tessa tuvo que luchar contra el impulso de abrir la puerta—. Te veré pronto, Tom.

Tessa soltó un suspiro de alivio, sabiendo que cuando caminara por ese pasillo, Tommy Shelby la estaría esperando.

VIOLENT ENDS | Thomas Shelby ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora