45 | la noche antes de navidad

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Tessa se dirigió escaleras arriba en un estado de conmoción. La criada la recibió en las escaleras, inmediatamente observando la sangre y corriendo hacia ella—. Sra. Shelby, Dios mío.

—¿Puedes preparar la tina? —preguntó Tommy desde el pie de la escalera—. Gracias, Frances.

Frances condujo a Tessa por las escaleras mientras la guiaba al baño. En unos minutos la tina estaba llena, y Frances ayudó a Tessa a quitarse el vestido. Deslizándose en la tina, Tessa se sumergió y dejó que el agua calentara sus extremidades.

Estuvo allí durante media hora, y cuando salió de la bañera y envolvió una toalla alrededor de su cuerpo, Tommy entró. Se quitó la camisa y los pantalones ensangrentados y se lavó mientras Tessa se vestía.

Tessa esperó a que Tommy terminara de ponerse un traje limpio antes de hablar—. Tommy, ¿a dónde iremos?

Tommy la miró—. A Small Heath.

—Volveremos a casa —dijo Tessa.

—Tengo que hacer una llamada —dijo Tommy—. Despierta a Bella y luego nos encontraremos en la puerta.

Tessa asintió, dejando a Tommy mientras entraba en la habitación de su hija. No tenían mucho tiempo, así que Tessa simplemente agarró a su hija y la sacó de la habitación. Bella se despertó al bajar las escaleras, mirando a su alrededor con cansancio.

—¿Es Navidad? —preguntó Bella esperanzada.

—Todavía no, cariño —respondió Tessa.

Se encontraron con Tommy en la puerta y él beso la frente de Bella brevemente—. Vamos.

—Papi, ¿a dónde vamos? —preguntó Bella.

—Vamos a Birmingham, cariño —respondió Tommy—. Vamos a regresar a casa.

Tessa se sentó en la parte trasera del auto con Bella, dejándola usar su regazo como almohada. Tommy arrancó el motor y salió del camino de entrada. Tessa esperó hasta que estuvieron en el camino y a que Bella durmiera profundamente antes de comenzar a hablar.

—Tommy —dijo Tessa en un susurro—. ¿Con quién hablaste por teléfono?

—Con Michael —respondió Tommy, manteniendo la vista en el camino—. Le dije que llevara a Polly y Ada al patio de Charlie. Hablé con Arthur, le dije lo que está pasando. Nos va a encontrar allí.

—¿Y John? —preguntó Tessa.

—No pude localizarlo —respondió Tommy—. Michael va a conducir hasta allí e intentará convencerlos de que vengan a un lugar seguro.

—¿Cuándo? —preguntó Tessa.

—Mañana por la mañana —respondió Tommy—. Resultó ser una Navidad de mierda.

—Al menos volveremos a estar todos juntos.

—Tess, nos odian —respondió Tommy—. En el mejor de los casos, nos mantendremos unidos hasta que este negocio esté terminado.

Tessa sacudió la cabeza—. Tommy, ¿en serio eres tan ingenuo? Después de esto no habrá otras vidas a las que volver. Simplemente volveremos a caer en viejos hábitos, y no solo digo eso porque estoy desesperada, porque no lo estoy.

—Espero que tengas razón —murmuró Tommy.





Llegaron a Small Heath en las primeras horas de la mañana, conduciendo por las mismas calles viejas que conocían. La sensación familiar llenó a Tessa, y cuando giraron hacia Watery Lane, sonrió. Estaban en casa, y Tommy odiaba admitirlo, pero Small Heath siempre sería su hogar.

Tommy detuvo el auto y le dijo a Tessa que saliera y tomara a Bella. Asintiendo, Tessa despertó a su hija y la llevó hacia la puerta principal, llamando a la puerta de su antigua casa de la infancia y esperando hasta que Mason abrió la puerta.

—Buenos días —dijo Tessa—. Feliz Navidad.

—Maldición, Tess —dijo Mason—. Entren.

Entraron, y Tessa subió las escaleras, dejando la conversación hasta que metió a su hija en la cama.

—Intenta dormir un poco —susurró Tessa—. Cuando te despiertes, será Navidad.

—¿Por qué nos fuimos, mamá? —preguntó Bella—. Papá parecía asustado.

—Te lo explicaré por la mañana, Bell —dijo Tessa—, Pero ahora necesitas dormir, ¿sí?

—Está bien, mamá —dijo Bella, rodando y cerrando los ojos.

Tessa esperó unos segundos antes de salir de la habitación, cerró la puerta detrás de ella y bajó las escaleras. Cuando llegó a la cocina, Tommy ya estaba allí, sentado con un vaso de whisky en la mano. Él y Mason estaban hablando, discutiendo los acontecimientos de la noche.

—Gran manera de pasar Navidad —dijo Mason.

—Mejor esto que pasarla muertos —murmuró Tommy.

—¿Has intentado contactar a John una vez más? —preguntó Tessa.

—Sí, no hay respuesta —dijo Tommy—. Maldición.

Tessa notó el saco de regalos, y lo abrió para comenzar a colocarlos debajo del árbol. Mason la miró con curiosidad—. ¿Qué estás haciendo?

—Dándole a mi hija una Navidad adecuada —respondió Tessa—. El hecho de que la nuestra sea una mierda no significa que la de ella deba serlo.

—¿Acabas de descubrir que un asesino vivía en tu casa y te preocupan los regalos? —preguntó Mason.

—¿Qué se supone que debo decirle? —preguntó Tessa—. "Lo siento, Bella. Santa no pudo venir este año porque mamá y papá han sido malas personas y están siendo perseguidos por hombres muy, muy malos. Quizás el año que viene".

—Bien —dijo Mason, sosteniendo un vaso—. ¿Quieres un trago?

Tessa negó—. No, ya no bebo.

—No mientas —dijo Tommy desde la mesa.

—No bebo tanto. ¿Eso está mejor?

Tommy asintió, sosteniendo su vaso—. Feliz maldita Navidad.

—Esperemos que todos lleguemos al año nuevo —dijo Mason.

Tessa se paró detrás de Tommy, colocando su mano sobre su hombro y apretándola de forma tranquilizadora—. Estaremos bien. Mañana todos estarán aquí, donde es seguro, y la familia Changretta será la menor de nuestras preocupaciones, porque va a estallar una guerra civil entre nosotros.

Tommy sonrió a medias—. Ya es tarde. Deberíamos ir a la cama.

Mason asintió—. Los veré mañana.

Tessa sonrió—. Buenas noches. Feliz Navidad.

—Feliz Navidad, Tess.

VIOLENT ENDS | Thomas Shelby ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora