55 | las decisiones que tomamos

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Tommy y Tessa se quedaron bajo el puente durante la mayor parte de una hora, simplemente sentados uno al lado del otro en un cómodo silencio. Tessa buscó en el bolsillo de Tommy y sacó sus cigarrillos, tomó uno y lo colocó entre sus labios.

—¿Fuego? —preguntó Tessa, y Tommy buscó en su bolsillo.

—No te importa si hablo de negocios, ¿verdad? —preguntó Tommy.

Tessa suspiró cuando Tommy encendió su cigarrillo—. Adelante.

Tommy encendió su propio cigarrillo antes de hablar—. Quiero que Shelby Company Limited aumente las contribuciones caritativas no imponibles a organizaciones benéficas locales en un 25% a partir de ahora —ante esto, Tessa sonrió y dejó que Tommy continuara—. Voy a construir dos nuevos institutos para niños huérfanos. Uno en Saltley y uno en Digbeth. Ya tengo los edificios, son dos antiguas casas de trabajo.

—Eso...

—Quiero que estés a cargo del proyecto.

—No es lo que esperaba que dijeras —dijo Tessa riendo.

—Entonces, ¿qué dices? —preguntó Tommy.

—¿Por qué yo? —preguntó Tessa.

—Porque prometí que cambiaría el mundo —dijo Tommy—. Prometí hacer lo correcto por ti y por Bella. Porque no puedo pensar de otra manera.

Tessa sonrió—. Lo haré.

Tommy extendió la mano para que Tessa la tomara y ella lo siguió desde su lugar secreto—. Bien, vamos.

Caminaron en silencio por un rato antes de que Tessa finalmente volviera a hablar—. El estrés del último instituto fue demasiado.

—Sí. Prometo que no organizaré más cenas benéficas—dijo Tommy—. No te voy a poner en peligro otra vez.

—Esperemos que eso no pase —dijo Tessa—. Al menos hasta que esta vendetta haya terminado. Quién sabe, quizás encontremos la paz después de todo.





—¡¿QUE SEA UN MALDITO HOMBRE?! —gritó Tessa enojada, mirando a Tommy mientras él la observaba—. ¿LE DIJISTE A UN CHICO DE 18 AÑOS QUE SEA UN MALDITO HOMBRE?

—Cálmate, Tess —dijo Tommy.

Tessa no podía calmarse. Sin embargo, bajó la voz para no despertar a toda la calle—. ¡Eres un maldito idiota, Tommy! Finn te dijo, literalmente en la cara, que no quería esto. Yo tenía razón, y tú estabas equivocado.

Tommy puso los ojos en blanco—. Solo déjalo ir, Tess.

—Hoy me llevaste al río porque me querías fuera del camino —dijo Tessa—. No querías que ayudara a Finn.

—Esa no fue la razón —dijo Tommy, sirviéndose un trago.

Tessa estaba furiosa—. Si alguna vez haces que Finn vuelva a hacer algo así, te buscaré yo misma. No me importa si tiene que "llenar el espacio" que queda en el negocio o cualquier mierda que se te cruce por la cabeza. Finn sigue siendo un niño. ¡Solo porque tú fuiste a la guerra no significa que él tenga que experimentar las mismas cosas! Tommy, no quiero ser insensible, pero Finn es diferente a ti, a Arthur, y a... John. Él no peleó. Sigue siendo inocente.

—Si va a sobrevivir, necesita ser más fuerte —dijo Tommy.

—¡Para eso te tiene a ti! —espetó Tessa—. ¡Debes protegerlo como un hermano mayor debería hacer! No puedo... me iré a la cama.

—Tess —susurró Tommy, intentando agarrar su brazo.

—No me hables —dijo Tessa—. Dios, a veces me haces enojar tanto.

—Quiero disculparme por quien soy —dijo Tommy—. Es solo parte de la vida.

—La vida de Finn ha sido una mierda y solo tiene 18 años. Tommy, perdió a su mamá, apenas conocía a su papá, perdió a John hace unas semanas... y ahora lo arrojaste al abismo. A veces no te entiendo.

—Lo hago por el bien de esta familia —dijo Tommy.

Tessa apenas reaccionó, lo que preocupaba a Tommy—. Me iré a la cama. Buenas noches, Tommy.

Cuando estuvo seguro de que se había calmado, Tommy Shelby subió las escaleras, cauteloso ya que su hija dormía en la habitación contigua, y abrió la puerta de la habitación que él y Tessa estaban compartiendo. Su esposa estaba acostada en la cama, debajo de las mantas, y aunque él no podía ver su rostro, Tommy sabía que había estado llorando.

Desvistiéndose y quedando solo con su ropa interior, Tommy se deslizó en la cama junto a Tessa. Acostado sobre su espalda y mirando al techo, Tommy Shelby forzó las palabras que odiaba decir—: Lo siento.

—Ni siquiera lo intentes —murmuró Tessa—. No lo sientes.

—No siento lo de Finn —dijo Tommy, aclarando lo que Tessa ya sabía—. Siento haberte molestado.

—Bueno, eso es algo —dijo Tessa, sin darse la vuelta—. De todas formas no quiero habla contigo.

—Bien —dijo Tommy—. Pero lo siento.

—Y tu disculpa es aceptada —respondió Tessa—. Solo déjame en paz durante las próximas horas.

—Está bien, Tess —dijo Tommy, girándose de lado y escuchando a Tessa quedarse dormida, lamentando haber hecho algo para lastimarla en primer lugar.

VIOLENT ENDS | Thomas Shelby ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora