56 | los ojos de un asesino

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Cuando Tommy vio a Tessa y le dijo que fuera al hospital, ella no sabía que decir. Podía ver en los hombros tensos de Tommy que algo no estaba bien, pero decidió no contradecirlo en caso de que volvieran a discutir. En cambio, se encogió de hombros y asintió, recogiendo su abrigo y dejando a Bella con Linda antes de dirigirse al hospital.

Poco sabía ella que su esposo tenía un plan; un plan que involucraba a una mujer de hace mucho tiempo. Esa misma mujer casi había matado a Tessa con un disparo fallido después de que Arthur golpeara a su hijo hasta la muerte, y Tommy no quería que Tessa estuviera cerca de lo que seguramente terminaría en un tiroteo.

Al entrar en la habitación del hospital de Michael, Tessa sonrió—. Buenos días.

—Hola, Tess —dijo Michael, demasiado inmerso en su trabajo como para mirar hacia arriba.

—Una sonrisa hubiera sido agradable —dijo Tessa, sentándose junto a Michael—. ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?

—No —respondió Michael—. Son cosas del negocio.

Tessa asintió—. Y supongo que porque soy mujer no puedo ayudarte.

Michael finalmente levantó la vista con una expresión molesta—. Nunca dije eso.

—Déjame ayudarte —insistió Tessa—. Michael, te dispararon cuatro veces. Estás hasta el cuello de papeleo y estás blanco como una hoja. Por favor, solo déjame ayudarte.

—¿Por qué es tan importante para ti ayudarme? —preguntó Michael.

Tessa se encogió de hombros—. Tommy está haciendo algo imprudente, y lo sé porque lo conozco demasiado. Necesito dejar de pensar por un momento, ¿y qué mejor manera de hacerlo que con trabajo?

Michael suspiró—. Bien. Me vendría bien algo de ayuda.

Tessa sonrió—. Gracias, Michael.

Trabajaron en silencio durante más de una hora, hasta que una enfermera entró sigilosamente en la habitación. A Tessa le pasó desapercibida, pero Michael levantó la vista y notó la expresión vacilante en los ojos de la enfermera. Conocía todos los rostros de las enfermeras que habían sido asignadas a su cuidado, y ella no era una que él reconociera. Hasta donde Michael sabía, no se habían hecho nuevas adiciones, y esa mujer ciertamente no estaba actuando como si trabajara en un hospital.

—¿Qué estás haciendo? —preguntó Michael.

Sucedió en un instante. La enfermera cerró el maletín de Michael, sellando su arma dentro. Actuando por instinto, Michael se puso de pie y fue empujado por la enfermera, que corrió llevándose el maletín y el arma de Michael. Tessa gritó su nombre mientras lo veía caer al suelo, demasiado lenta para ayudarlo. Ambos maldijeron en voz alta cuando sonó el disparo, fuerte y resonando por los pasillos.

—Mierda, mierda, mierda —dijo Tessa, arrodillándose junto a Michael y ayudándolo a sentarse—. ¿Estás bien?

—Estoy bien —respondió Michael—. Tess, estoy bien.

—Levántate —dijo Tessa—. Tenemos que salir de aquí.

En cuanto dijo las palabras supo que escapar era inútil. Michael apenas podía moverse, y cuando Tessa lo levantó y lo sentó en la cama, se dio cuenta de que estaban perdidos. No solo estaban desarmados, sino que quienquiera que estuviera allí para atacarlos sin duda había matado a los guardias de Michael, dejándolos a merced de la persona desconocida.

El hombre entró en la habitación, y de repente cada gota de sangre en las venas de Tessa se enfrió. Se paró frente a Michael, observando al hombre con su sombrero inclinado, sus ojos moviéndose del palillo en sus dientes a la pistola en su mano, mientras Michael sostenía su mano temblorosa.

—Uh —dijo Luca Changretta, su voz enviaba escalofríos por el cuerpo de Tessa—. De donde vengo, un sombrero en la cama es mala suerte —se acercó a ellos, una breve mirada de sorpresa cruzó su rostro cuando Tessa se plantó entre él y Michael—. Mi familia dice que atrae a la muerte. Quizás, quizás eso fue lo que pasó. La última vez que enviaron a mis hombres por ti, tuviste suerte.

—No lo toques —dijo Tessa, mirando a Luca—. Si quieres matarlo, también tendrás que matarme a mí.

—¿Y tú no eres la esposa de Thomas Shelby? —preguntó Luca, mirando a Tessa a los ojos—. Puedo ver por qué está tan enamorado de ti. Es una pena que...

Tomó su pistola y la presionó cnotra la frente de Tessa. Michael susurró—: Tess, muévete.

—Uno de ustedes va a morir hoy, aquí mismo —dijo Luca Changretta—. Dejaré que ambos decidan quién será.

—Michael, ni se te ocurra —dijo Tessa, con el arma de Luca todavía clavada en su frente.

—Te preocupas por él —dijo Luca, y Tessa asintió. Con un suspiro, el hombre miró a Michael—. Parece que se te acabó la suerte.

Tessa sintió como Luca la apartaba del camino. Su cadera chocó con la mesa y cayó al suelo, viendo como la pistola se movía hacia la frente de Michael. Luca esperó, prolongando la tensión hasta que finalmente apretó el gatillo.

No hubo disparos. No hubo salpicaduras de sangre y cerebro en la pared detrás de Michael. Su cuerpo no se sacudió y cayó. En cambio, sonó un clic y Tessa dejó escapar un suspiro que no sabía que estaba conteniendo.

No hubo bala.

Luca simplemente sonrió, contento de que su pequeño juego había infundido miedo. Miró a Tessa, con los ojos clavados en los de ella—. Nos veremos muy pronto, Sra. Shelby. Quiero que su esposo la vea mientras le quito la vida justo enfrente de él —llegó a la puerta y se volvió hacia Michael—. Dile a tu madre que tenemos un trato.

Y cuando se fue, Tessa se echó a llorar. No sabía qué se había apoderado de ella para ponerla tan emocional, pero el terror se había acumulado en una gran explosión de emociones. Michael la vio levantarse antes de que ella cayera a su lado, sollozando mientras se limpiaba los ojos.

—Tess —dijo Michael, tomando la mano de Tessa—. Ibas a dejar que te matara. ¿Por qué?

—Eres familia —dijo Tessa con la voz quebrada—. Lo haría por cualquiera de ustedes.

—Eres tan temeraria —susurró Michael.

Tessa se echó a reír, aunque el sonido se asemejaba al pánico—. ¿Temeraria? Esa fue la cosa más estúpida que he hecho. Pensé que nos iba a matar.

Michael puso una mano tranquilizadora sobre su espalda y la sintió suspirar—. Estamos bien, Tess... estamos bien.

VIOLENT ENDS | Thomas Shelby ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora