27 | casa vacía

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Tommy volvió a casa después de otras cuatro semanas en el hospital, y cuando entró en una casa vacía se sintió confundido. Tessa no había ido a visitarlo, por órdenes suyas, pero al menos esperaba que estuviera en casa cuando regresara.

Cuando las criadas le informaron que su esposa no había estado en la casa desde la noche de su ataque, Tommy supo exactamente dónde había ido.

Tocó la puerta principal de la casa de los James hasta que Mason respondió, pasando el mensaje que de Tessa no volvería a casa por un tiempo y que se quedaría con él. Tommy había exigido verla, pero Mason se había negado, transmitiendo lo que Tessa le había dicho.

—Ella no quiere verte, Tommy —dijo Mason—. Al menos hasta que aceptes contarle lo que está pasando.

—Al menos déjame ver a Bella —dijo Tommy.

—No está aquí —respondió Mason—. Polly se la llevó por el día.

Y luego cerró la puerta en su cara.

Se fue a su casa y se concentró en mejorar, con sus pensamientos plagados de culpa. Tendría que contarle todo, porque no podría vivir sin ella. Simplemente no sabía cómo.

Mientras dormía en la cama vacía, en la casa vacía, sintiéndose vacío por dentro, Tommy Shelby supo que había arruinado su matrimonio, y que había saboteado todo lo bueno que su esposa había hecho por él.

Al día siguiente, Tommy regresó a la casa de los James, perseverando en sus intentos de hacer que Tessa hablara con él. Llamando a la puerta, Tommy dejó escapar un breve suspiro cuando escuchó a alguien abrir la cerradura. La puerta se abrió, y Tessa estaba parada frente a él, y por primera vez en semanas, pudo respirar nuevamente.

—Tess.

—No quiero hablar contigo —dijo Tessa.

—Por favor —dijo Tommy, agarrando la puerta con la mano mientras Tessa intentaba cerrarla—. Te voy a contar todo.

—¿Todo?

—Todo.

Tessa hizo una pausa—. Adelante.

—Gracias —dijo Tommy—. Es bueno verte, Tess.

—Pensé que ibas a morir —dijo Tessa, caminando hacia la cocina—. No recibí ninguna noticia y nadie me dijo que volverías a casa.

—Lo sé —dijo Tommy—. Y lo siento. Pero ahora te voy a contar todo lo que quieras saber.

—Siéntate —dijo Tessa—. Haré el té.

Puso las tazas de té sobre la mesa cuando Tommy se sentó, haciendo una mueca. Todavía no se había recuperado por completo, pero sabía que no lo haría a menos que recuperase a Tessa.

—¿Qué quieres saber?

—Todo —dijo Tessa, sentándose frente a él.

Entonces Tommy le contó todo. Le contó cómo Hughes se había acercado a él con una tarea, y que los rusos estaban allí para hacer negocios con ellos, y cómo planeaba robarles. Le dijo que ahora Hughes amenazó a Bella porque Tommy no estaba cooperando y cómo había sido él quien lo había llevado al hospital. Le contó sobre los robos que planeó y como, si no hacía lo que le dijeron, su familia sufriría.

Cuando terminó, Tessa no sabía qué pensar. Aquí estaba su esposo, confesándole todo después de tanto tiempo mantieniéndola en la oscuridad. Todo porque ella lo amenazó con el divorcio.

—No me estás diciendo esto porque sientes que tienes que hacerlo, ¿no? —preguntó Tessa—. Solo lo dices porque no estuve en casa.

—Sí —admitió Tommy—. Pero a la luz de los acontecimientos recientes, me di cuenta de que es mejor para ti saber. Yo... lo siento mucho.

—Tommy, pedir perdón no hace que todo desaparezca —dijo Tessa, pasándose una mano por el pelo—. No hace que esto sea mejor. Me mentiste durante meses, desde nuestra noche de bodas. Guardaste secretos, pusiste la vida de nuestra hija en peligro. Y esperas que yo, ¿qué, vaya a casa y actúe como si nada hubiera pasado?

—Te necesito, Tess —dijo Tommy—. Te necesito.

—No me necesitas —dijo Tessa—. Si me necesitaras me lo hubieras dicho en lugar de mentir.

—Tess, yo...

—Está bien —dijo Tessa—. No necesitas explicarlo.

—Por favor, vuelve a casa —rogó Tommy—. Te necesito. Por favor, te extraño.

—Tommy —dijo Tessa—. No puedes volver y actuar como si todo estuviera bien. Te fracturaron el cráneo. Casi mueres, y cuando dije que iría a verte, dijiste que no.

—Tess, no era seguro —dijo Tommy.

—Estamos dando vueltas en círculos —dijo Tessa, apoyando los codos sobre la mesa y la cabeza entre sus manos—. Vueltas y vueltas. Discutimos, inventas una excusa y todo vuelve a lanormalidad. No puedo seguir haciendo esto, Tommy. Tenemos que parar.

—¿Estás diciendo que quieres un divorcio? —preguntó Tommy.

—No —dijo Tessa, demasiado rápido—. No quiero eso. Eres la única persona que amo además de mi familia. No quiero perderte nunca, pero tiene que haber un cambio si vamos a permanecer juntos.

—Quién sabía que el matrimonio sería tan difícil —murmuró Tommy—. Estuvimos bien hasta el día de nuestra boda.

Tessa rió suavemente—. Es verdad. ¿Dónde está el termino medio, Tom?

—Lo encontraremos —dijo Tommy—. Tan pronto como vayas a casa. Por favor, dime que volverás a casa. No puedo dormir en esa casa sin ti, y las criadas me están volviendo loco.

—Solo si prometes contarme todo de ahora en adelante —dijo Tessa—. Todo lo que necesite saber.

—Lo prometo —dijo Tommy—. De ahora en adelante, seré honesto. Entonces.... ¿vendrás a casa?

Tessa sonrió, parpadeando para limpiar las lágrimas de sus ojos—. Supongo que sí.

VIOLENT ENDS | Thomas Shelby ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora