53 | elección

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Como alguien que siempre vio a Finn Shelby como un hijo, Tessa Shelby estaba indudablemente sorprendida cuando el chico que solía cuidar entró en la tienda de apuestas y anunció que Tommy lo había convertido en jefe por el día, ya que Arthur no estaría presente.

Hasta ese momento, la mañana de Tessa no había ido muy bien, con Polly regresando a la tienda y exigiendo que todo se hiciera como ella quería, Linda acechando y decidiendo que iba a ayudar a tomar apuestas y no aceptaría un no como respuesta... y ahora Finn.

Al mediodía, Polly y Linda, y todas las otras chicas que trabajaban en la tienda, habían descubierto que Finn todavía era virgen, por lo que a todas les pareció buena idea burlarse de él. Tessa se enojó al punto de que estaba al borde de las lágrimas de ira, no solo poque el pobre Finn estaba indefenso, sino porque todavía lo veía como ese niño de once años en la plataforma del tren hacía tantos años.

El tormento de Finn y los trabajadores que deseaban arruinar su primer día oficial como "jefe", hizo que Tessa se fuera temprano, demasiado enojada como para formular una oración. Su relación con Polly estaba al límite, y el hecho de que tanto ella como Linda hubieran decidido elegir a alguien para que Finn perdiera su virginidad la hizo sentir tan frustrada que ya no podía estar cerca de ellas.

Con los ojos llorosos mientras caminaba, Tessa apretó y abrió los puños, preguntándose por qué estaba tan susceptible. No tenía la menor idea de a dónde iba, pero de alguna manera terminó en las oficinas, empujando a través de las puertas de la oficina de Tommy casi histérica.

—¡Ya no puedo lidiar con Polly! —exclamó Tessa—. ¡Es una perra!

Tommy se levantó y rodeó su escritorio para calmar a su esposa. La tomó en sus brazos y ella envolvió los suyos con fuerza alrededor de su pecho, enterrando su rostro en su chaqueta.

—¿Ahora qué pasó?

—¡Polly! —dijo Tessa—. Aparece en la tienda y espera que todos hagan las cosas a su manera. Es muy vengativa con todos, especialmente con Linda, pero a nadie le agrada Linda, y solo se mete con la gente porque cree que puede.

—Estoy seguro de que no es tan mala —dijo Tommy—. Siéntate.

Tessa se sentó frente a la silla de su esposo y le envió una mirada desagradable—. "No es tan mala", ¿eh? Bueno, ¿sabías que hoy dejó muy en claro, al menos dos veces, que "no estoy relacionada por sangre y, por lo tanto, no tengo nada que decir"? Soy tan parte de esta familia com Arthur, Finn o tú.

—Lo sé —dijo Tommy.

—Hablando de Finn —dijo Tessa—, ponerlo a cargo de la oficina fue una mala idea. Ya descubrieron que es virgen y están buscándole una mujer para que se encargue de eso. Dios, me enoja mucho. ¿No pueden dejar que sea un niño?

—Pensé que Linda estaba allí —dijo Tommy.

—Lo está —dijo Tessa con amargura—. Le ecantó la idea —captó la expresión de Tommy y se rió secamente—. Sí, lo sé. Ahora incluso maldice. "Mierda" suena gracioso viniendo de ella.

—¿Finn sabe lo que han planeado? —preguntó Tommy.

—No —dijo Tessa—. Pobre chico.

—¿Tienen a alguien? —preguntó Tommy.

—Por favor, dime que no vas a aceptar esto.

—¿Tienen a alguien? —repitió Tommy.

—Sí, alguien con quien Lizzie solía trabajar —respondió Tessa—. Una chica de Aston.

—¿Es amable?

—No, aparentemente no —dijo Tessa—. Tommy, por favor, diles que no...

—¿Cuánto le van a pagar? —preguntó Tommy.

—No lo sé —respondió Tessa—. Tommy, lo están obligando. ¡No es justo!

—Llámalas y diles que paguen extra y que encuentren a alguien amable —dijo Tommy.

Tessa estaba al borde de las lágrimas, y su ira la hizo ponerse de pie—. ¡No es justo! ¡Es su elección! Deja que encuentre a una chica que realmente le guste, no a una prostituta que nunca vuelva a hablar con él. Tommy, esto no es justo.

—Tessa, así es la vida —dijo espetó Tommy—. No verán a Finn como algo más que un niño pequeño a menos que sepan que se ha convertido en un hombre.

Una lágrima rodó por la mejilla de Tessa—. Tú no me obligaste a nada hasta que estuve lista. Reconociste que era algo que necesitaba tiempo. Fuiste el primero, Tom. Había otros con los que podría haber estado, sí, pero ninguno de ellos era especial. Tiene que ser especial, no puede ser con cualquiera; crié a ese chico y no dejaré que le hagas esto.

—Me temo que no tendrás elección—dijo Tommy—. No si Polly pone sus garras en él.

—Esto no es justo —dijo Tessa—. Yo solo... no voy a sentarme a esperar y ver que esto suceda. Amo a Finn como a un hijo, y si alguien le hiciera eso a Isabella, estarías exactamente igual.

—Lo sé —dijo Tommy, recogiendo su abrigo—. Vamos.

—¿A dónde? —preguntó Tessa.

—A un lugar en el que no hemos estado en mucho tiempo —respondió Tommy, caminando hacia la salida.

—¿Entonces vas a dejar la conversación así? —preguntó Tessa—. Sabes que tengo razón.

—Necesitas relajarte, Tess —dijo Tommy—. Ahora Finn es un hombre. Necesita hacer esto.

—No me gusta —dijo Tessa—. Lo están obligando a hacer algo que no quiere hacer con alguien que solo lo hará por dinero. Sabes tan bien como yo que va a odiar cada segundo.

Tommy no respondió de inmediato, pero cuando lo hizo, su voz era tranquila—. Solo olvídalo por un momento, Tess, ¿de acuerdo? Vamos a ir a un lugar y te vas a relajar, porque esto no es saludable y todas estas inquietudes te van a matar.

Tessa suspiró—. Bien, pero esto no ha terminado.

VIOLENT ENDS | Thomas Shelby ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora