Pasó una semana antes de que Tessa despertara, y durante todo ese tiempo, Tommy nunca se fue de su lado.
Cuando sus ojos se abrieron lentamente, lo primero que Tessa notó era la luz que parpadeaba sobre su cabeza. Parpadeando un par de veces para aclarar su visión, Tessa giró la cabeza y vio algo que nunca penso que vería: Tommy Shelby junto a su cama con sus dedos enredados con los de ella mientras dormía profundamente.
Odiando despertarlo pero desesperada por respuestas, Tessa apretó sus dedos y él se despertó sobresaltado. Al principio percibió su consciencia como otro truco que su mente le estaba jugando, pero después de parpadear un par de veces y frotarse los ojos, Tommy se dio cuenta de que esto era real.
—¿Tess? —susurró Tommy, y ella asintió—. Estás despierta.
Tommy se levantó y se inclinó para besarla suavemente, y Tessa levantó la mano para descansarla contra su mejilla. Mientras lo hacía, el dolor atravesó su torso e hizo una mueca ante la sensación.
—Tommy, ¿qué pasó? —preguntó Tessa.
—¿Qué es lo último que recuerdas? —preguntó Tommy—. Comienza desde allí.
Tessa lo pensó por un momento—. Recuerdo... ese hombre con una pistola. Escuchar un disparo... después nada. ¿Por qué estoy aquí, Tommy? ¿Qué pasó?
—Te dispararon —explicó Tommy, hablando con un nudo en la garganta—. La bala erró las arterias pero causó un daño interno importante. Los doctores hicieron todo lo que pudieron. Estuviste en coma, Tess.
—¿Por cuánto tiempo? —preguntó Tessa con los ojos abiertos por la sorpresa. Tommy no respondió—. ¿Cuánto tiempo, Tommy?
—Una semana.
—¿Una semana? —repitió Tessa con incredulidad—. ¿Una semana? Dios mío, ¿y Bella? ¿Está bien?
—Bella está bien —le aseguró Tommy—. Está en casa, la vi un par de veces. Pregunta mucho por ti.
—No me sorprende —dijo Tessa—. Una semanas, Dios mío.
—Es culpa mía —dijo Tommy—. Yo te di el collar.
—Tommy, esto no es tu culpa —le aseguró Tessa—. Fue un accidente. Estoy bien, ¿no?
—Estuviste en coma, Tess —dijo Tommy—. Pensé que ibas a morir. Durante una semana en todo lo que pensé era si ibas a despertar o no.
—Estoy despierta, Tommy —dijo Tessa—. Estoy despierta y puede que no esté tan bien, pero me voy a recuperar. Nada de esto es tu culpa, y sé que no puedo recuperar los últimos días, pero no puedes culparte por esto, Tom. No fue tu culpa.
—Pero...
—No —lo interrumpió Tessa, su voz se volvió significativamente más fuerte—. No dejaré que te culpes a ti mismo. Tú no apretaste el gatillo. Quien me disparó lo hizo. Pero ahora no me importa eso; necesito llegar a mi hija y tengo que salir de este hospital
—Eso no va a suceder —dijo Tommy—. No hasta que estés mejor.
—Eso es irónico considerando que una vez hiciste un viaje a Londres después de sufrir algo peor que una herida de bala —dijo Tessa.
—Sí, pero me preocupo más por ti que por mi —respondió Tommy—. Iré a decirle a las enfermeras que estás despierta. No te muevas.
—Incluso si quisiera, no podría —respondió Tessa—. Me duele incluso mover los dedos de los pies.
—
Tessa tardó una semana en despertarse y otra más para que los doctores le dieran el alta, pero solo con la condición de que permaneciera en reposo durante al menos dos semanas. Tommy la llevó a su casa, y Tessa se alegró de salir de la habitación del hospital.
El efecto de su despertar fue de gran celebración ya que todos estaban encantados de que Tessa no haya muerto. Durante la semana en que se estaba recuperando en el hospital, recibió constantes visitantes que la saludaron y le desaban una pronta recuperación. Se enviaron flores desde Londres, con una nota adjunta que decía que eran de Alfie Solomons, y Tessa se alegró al saber que había pensado en ella.
Aunque estaba agradecida por los buenos deseos, todo lo que Tessa quería hacer era irse a su casa, a su propia cama. El séptimo día, cuando los doctores le dieron el alta, Tessa fue ayudada por Tommy a sentarse en una silla de ruedas y se la llevaron al auto que los esperaba.
Las órdenes del doctor fueron breves pero específicas: nada de actividades extenuantes en caso de que rasgara los puntos, reposo en cama durante dos semanas por si acaso, nada de sustancias alcohólicas y nada de acostarse boca abajo.
Los vendajes de Tessa necesitaban cambiarse constantemente, y Tommy a menudo la ayudaba, envolviendo su torso con fuerza e intentando evitar mirar las puntadas en su estómago. Había al menos veinte puntos de sutura, hilo negro contra la piel pálida de Tessa. La herida en sí no dolía tanto como Tessa pensó, pero los efectos que tuvo el disparo en el resto de su cuerpo se sintieron bastante. Apenas podía comer porque su estómago le dolía cuando lo hacía, y caminar la corta distancia desde la silla de ruedas hasta el auto resultó difícil porque el dolor en su abdomen era paralizante.
Una vez que estuvo en casa, Tommy la ayudó a subir las escaleras. Tessa se apoyó fuertemente en él y cuando llegaron a su habitación, se sintió aliviada de poder finalmente sentarse. ¿Quién hubiera pensado que subir las escaleras podría hacerla querer dormir por un año?
Tessa hizo que Tommy le llevara a su hija porque necesitaba verla. Cuando Tommy la llevó, se negó a entregársela a Tessa y la sostuvo en sus brazos, a una dsitacia segura. Tessa le sonrió a su hija, quien se rió y aplaudió porque su madre había regresado, y Tessa se sintió realmente feliz por primera vez en días.
Parecía que, a la luz del coma de Tessa, todos los negocios se habían detenido. Tommy pasó todo su tiempo junto a ella, por lo que todos los arreglos comerciales se pospusieron hasta que estuvo seguro de que ella estaría bien, y, cuando lo estuviera, todos los negocios comenzarían a funcionar como de costumbre.
Sin embargo, por ahora, Tessa y Tommy se iban a centrar en asegurarse de que ella mejorara y que nada se lo impidiera.
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VIOLENT ENDS | Thomas Shelby ²
Fanfiction― 𝒗𝒊𝒐𝒍𝒆𝒏𝒕 𝒆𝒏𝒅𝒔 𝐞𝐧 𝐝𝐨𝐧𝐝𝐞, aunque no lo parezca, tommy y tessa se apoderan del mundo mientran intentan cuidar de una bebé. ( tommy shelby x fem!oc ) ( peaky blinders ) ( historia by @somekindofstardust )