03 | para siempre, cariño

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El intercambio de votos fue bastante fácil para la familia Shelby, y la unión de Tommy y Tessa, sellada con un beso apasionado, fue recibida con tumultosos aplausos de ambas familias, aunque el lado James de la iglesia fue bastante digno en sus celebraciones.

A pesar del ruido a su alrededor, Tommy y Tessa eran sordos al mundo. Todo lo que Tessa sentía eran las manos de Tommy a cada lado de su rostro, acercándola a él mientras la besaba.

Separándose, descansaron sus frentes juntas e intentaron recuperar el aliento. Tessa sonrió, dejando escapar una leve risa—. Te amo.

—Yo también te amo, Tessa Shelby —murmuró Tommy en voz baja.

Tessa sonrió—. Me gusta como suena eso.

Los recién casados condujeron a sus familias fuera de la pequeña iglesia en la que se celebró la boda, reuniendo a los Shelby para una foto familiar.

Organizar al clan Shelby en una pose ordenada resultó difícil. Tommy y Tessa estaban parados en el centro, Isabella en los brazos de Tessa mientras saludaba alegremente a la cámara. No tenía idea de lo que estaba pasando, pero ver felices a sus padres obviamente la hacía feliz.

Una vez que se tomó la foto, comenzaron a dirigirse de regreso a Arrow House para la recepción. Tessa habia peleado con Tommy sobre dónde se realizaría su recepción ya que él quería reservar un club en algún lugar o un buen hotel, y ella había insistido en que organizaran la fiesta en su casa, donde tenían suficientes habitaciones para los miembros de la familia que desearan pasar la noche. Finalmente, Tommy cedió, aunque sabía que probablemnete lamentaría su decisión la mañana siguiente.

Mientras Tommy conducía a Tessa hacia su carruaje tirado por caballos, ella luchó por mantenerse en pie y sostener a Bella al mistmo tiempo. El viento azotaba su vestido alrededor de sus tobillos, le pisaba los talones y la hacía tropezar ligeramente mientras caminaba. Cuando llegó al carruaje, le entregó a Bella a Tommy antes de intentar subir el escalón.

—¡Tommy! —rió Tessa, casi cayendo hacia atrás.

Su esposo la agarró por la cintura con una mano y balanceó a la bebé con la otra. Ayudó a Tessa a situarse antes de que él también se subiera al lujoso asiento de terciopelo junto a su esposa. Mientras que otros viajaban en autos, Tommy eligió ser anticuado y romántico. No había conductor, así que tomó las riendas y guió a los caballos hacia adelante.

Tessa sostuvo a Bella en sus brazos, balanceándola sobre sus rodillas mientras Tommy controlaba los caballos. Se sentaron en silencio por unos minutos, felices con su familia, hasta que finalmente se rompió.

—Eso no fue tan malo como pensaba —dijo Tessa, jugando con las manos de Bella mientras su hija aplaudía—. Fue sorprendentemente divertido.

—No puedo creer que Jeremiah te haya llamado Teresa —rió Tommy—. No creo haber escuchado a nadie que te llame así desde que tenías ocho años y tu madre te gritó por rasgarte el vestido. Parecía que ibas a golpearlo en la cara.

—Nadie me llama Teresa —dijo Tess—. Me hace sentir vieja. Tessa es más yo.

—Ahora estamos casados, así que puedes llamarte como quieras siempre y cuando tu apellido sea Shelby —dijo Tommy, tomando la mano de Tessa con una de las suyas y mantiendoe firmemente las riendas con la otra—. Finalmente somos una familia.

—No creo haber estado tan feliz en mucho tiempo —afirmó Tessa, mientras Isabella se reía—. Mira lo que hemos logrado, Tom. Tenemos una hija, una casa hermosa, estamos casados... nuestra familia es perfecta.

Tommy asintió con la cabeza—. Finalmente, todo parece que va a salir según lo planeado.

—Espero que te des cuenta de que mi abuela no será la mujer más amable —dijo Tessa, cambiando ligeramente de tema—. Hay una razón por la que estamos distanciados de la querida abuela Esther.

—Ella no puede ser tan mala —rió Tommy.

Tessa alzó una ceja—. Ella es la que te estuvo mirando durante la boda. La vieja bruja que mantuvo si mirada permanente en tu cara.

Los ojos de Tommy se abrieron con sorpresa—. Me preocupaba que viniera detrás de mí con un par de agujas de tejer.

—Nunca subestimes el poder de las agujas de tejer —dijo Tessa—. Pueden ser tan letales como tus queridas cuchillas de afeitar.

—Lo recordaré —asintió Tommy.

—Ella es muy obstinada, pero no te tomes nada en serio —le adviritó Tessa—. Es muy anticuada, pero es nuestra abuela. Le gusta seguir el guión. Ella tuvo mucho que decirme sobre Bella.

Tommy suspiró—. Apuesto a que sí. Escucha, si te molesta solo hazme una señal y la arrojaré por la ventana más cercana.

Tessa se echó a reír, haciendo que Bella se estirara y agarrara sus mejillas—. Tommy, no puedes asesinar a mi abuela... al menos no esta noche. Quizá mañana.

Tommy deslizó un braso sobre los hombres de Tessa—. Bien. Nada de negocios ni asesinatos, solo nosotros.

Tessa alzó una ceja—. Como si fuera a creer eso. Has estado actuando extraño durante semanas.

—Es solo la boda —aseguró Tommy—. Y ya terminó.

—Todavía no —dijo Tessa—. Tenemos que pasar por esta maldita recepción.

Tommy tomó la barbilla de Tessa en su mano, volviendo su rostro hacia él—. Pase lo que pase, lo superaremos juntos, señora Shelby.

Tessa se inclinó hacia delante y besó a Tommy suavemente, con una mano en la mejilla. Habrían continuado, pero varias cosas se interpusieron en su camino. Los caballos se deslizaron nerviosamente por el aflojamiento del agarre de Tommy en las riendas, el carruaje golpeó un bache y se estremeció violentamente, e Isabella extendió la mano y agarró las caras de sus padres, disgustada por sus acciones.

Separándose, Tommy estabilizó a los caballos mientras Tessa consolaba a su hija, quien estaba mirándolos con frustración por el acto iniciado por sus padres. Tommy se rió y pasó los dedos por la mejilla de Isabella con cariño.

—Ya casi llegamos —le informó Tommy, señalando su casa a lo lejos.

Tessa se recostó en los cojines del carruaje, con Isabella en sus brazos cuando comenzó a quedarse dormida contra el pecho de Tessa—. Tommy, esto es perfecto.

—Lo sé —respondió Tommy.

Tessa cerró los ojos y suspiró—. No, todo esto es demasiado bueno. Siento que no mereco esta vida. Tengo todo lo que siempre quise, y nunca me detuve a pensar en los demás.

—Tess, puede que no seamos buenos padres —dijo Tommy suavemente, tomando la mano de su esposa—, pero nos lo merecemos. Después de todo, merecemos este pequeño pedazo de felicidad, incluso solo si dura hasta mañana.

Tessa abrió los ojos y miró a Tommy con tanto amor y adoración que sintió que su corazón se hinchaba mientras hablaba—. Incluso si dura hasta mañana.

—Pero lo superaremos juntos —prometió Tommy—, porque eso es lo que hacemos.

—Nunca te dejaré, Tommy —dijo Tessa, y sonaba más sincera que nunca—. Te amaré mientras viva.

Tommy sonrió, dirigiendo a los caballos hacia el camino de entrada, su hogar se veía en la distancia—. Para siempre, cariño.

VIOLENT ENDS | Thomas Shelby ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora