10 | asuntos rusos

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En el transcurso de los siguientes días, Tommy hizo lo posible para tener tiempo libre en su apretada agenda. Una mañana, en lugar de despertarse sola, Tessa se sintió atraía por el olor a tostadas y huevos, y se sentó para encontrar a Tommy sosteniendo dos platos de huevos revueltos.

—Buenos días —dijo Tommy—. No te preocupes por Bella, todavía está dormida. Solo somos tú y yo.

—¿No tienes trabajo? —preguntó Tessa, aceptando el plato que Tommy le entregó—. Esto se ve genial.

—El trabajo puede esperar —respondió Tommy—. Hoy es mi día libre.

Tessa sonrió—. Pensé que este día nunca llegaría.

—Entonces, ¿qué quieres hacer? —preguntó Tommy—. El día es nuestro.

—Bueno, Bella quiere ver los caballos —dijo Tessa, metiéndose la tostada en la boca—. Entonces digo que pasemos el día al aire libre. El clima parece ser agradable.

—Bien, los establos será —dijo Tommy, recostándose contra sus almohadas—. ¿Cómo está la comida?

—Sabe diferente a cuando la hacen las criadas —murmuró Tessa—. ¿Qué le hiciste?

—Tiene un ingrediente secreto —respondió Tommy.

—¿Le pusiste alcohol? —preguntó Tessa en tono de broma, antes de que su expresión se volviera seria—. Por favor, dime que no le pusiste alcohol a estos huevos.

Tommy la miró de reojo, y, de repente, Tessa ya no tenía hambre.





Una vez que Bella estuvo despierta y vestida, sus padres la llevaron a los establos, un lugar en el que Tessa no había estado desde que compraron la casa.

Mientras vigilaba a su hija, Tessa notó que Tommy caminaba un poco delante de ellas, y tardó unos segundos en entender por qué. Después de todo lo que pasó, caminar unos pasos por delante de ellas parecía ser su idea de protección, como si pudiera explorar el peligro antes de que afectara a su esposa e hija.

Llegaron a los establos y Bella se sintió repentinamente atraída por los animales, corriendo hacia ellos cuando Tessa se apresuró a seguirla. Tommy agarró un balde, lo llenó de alimento y lo llevó al lugar donde estaba el caballo. Bella estaba acariciando su hocico cuando Tessa se agachó a su lado.

—Este gran caballo y su hermano nos van a hacer ganas mucho dinero algún día —dijo Tommy cuando el caballo comenzó a devorar la comida.

—O perder mucho dinero —intervino Tessa.

—¿A quién demonios le importa cuando son bestias tan hermosas? —preguntó Tommy.

Después de alimentar a los caballos, Tommy le mostró a Bella el abrevadero en el que nadaban unos peces dorados. Mientras miraba a Tommy y a su hija, Tessa sonrió cuando Tommy hurgó en el agua y envió al pez dorado a nadar. Luego le pidió a Bella que lo intentara, y Tessa se echó a reír cuando su hija salpicó agua sobre su padre.

—Ese es su lado Shelby —dijo Tessa.

Tommy se limpió el agua de los ojos mientras Bella continuaba siguiendo al pez con su dedo, hipnotizada por ellos. Tommy le sonrió cariñosamente—. ¿A quién demonios le importa? ¿Verdad?

Tessa sonrió, envolviendo su brazo alrededor de Tommy mientras Bella se abría paso entre ellos riendo—. ¿Qué pasa, Bella? ¿Qué quieres hacer?

Bella volvió a señalar los establos y Tommy sonrió—. Si lo dije una vez, lo digo mil veces más. Ella es igual a mí.





Unos días más tarde, Tessa entró en la tienda de apuestas y vio a John y Esme contra la mesa—. Cielos, ustedes dos. Eso es asqueroso, tienen una casa por una razón.

—Llena de niños —dijo Esme, ajustándose el vestido mientras John se subía los pantalones.

—Bueno, tienes una criada para cuidar a los niños —dijo Tommy, caminando justo detrás de Tessa y abriéndose paso junto a ella.

—Sí, y ella escucha —respondió John con amargura.

Tommy estaba buscando algo en un cofre—. ¿Hiciste las probabilidades para mañana?

—Surgió algo urgente —respondió Esme.

—Empeoran cuando están embarazadas, Tom —dijo John, como si su esposa embarazada no estuviera en la habitación.

—John —dijo Tommy, y le arrojó una pistola a su hermano.

Tessa alzó las cejas—. ¿Qué está pasando?

—Esme, Tess, necesito que se vayan ahora. Salgan por la puerta trasera y ciérrenla.

Rodando los ojos, Tessa comenzó a caminar hacia la puerta trasera, deteniéndose cuando Esme la agarró del brazo—. Espera.

—Hay dos camiones llenos de policias, John —explicó Tommy—. ¿En dónde diablos está Arthur?

—Se va a casa con la Madonna de Moseley a las cinco en punto —respondió John, su disgusto hacia Linda era claro en su tono.

—Necesitas hablar con él, Tom —dijo Esme, sosteniendo su abrigo en sus brazos.

—Esme, vete ahora —insistió Tommy.

En derrota, Esme se alejó y Tessa la siguió—. Creo que es estúpido. Por qué nunca nos dicen nada, nunca lo sabré.

—Lo es —dijo Esme—. Quiero decir, somos igual de importantes. Estoy embarazada del hijo de John, por el amor de Dios.

Tessa abrió la boca para responder, pero fue interrumpida cuando la puerta se abrió de repente. Un gritó salió de sus labios cuando ella y Esme fueron agarradas por un enjambre de oficiales, quienes las levantaron completamente del suelo mientras las dos luchaban por librarse. Tessa estaba más preocupada por Esme que por ella misma, dada la frágil posición de la otra mujer en ese momento.

Con otro grito, Tessa pateó a los oficiales que le sujetaban las piernas—. ¡Déjenme! —gritó—. ¡Déjenme!

Cuando las chicas fueron empujadas hacia la tienda, una ronda de gritos furiosos fueron emitidos por John y Tommy, que gritaban por varias cosas; Tommy le gritaba a John que bajara su arma, y John le gritaba a los oficiales por la forma en que agarraban a Esme.

Tessa pensó que habría sido muy consciente de todo lo que sucedía a su alrededor, pero en cambio estaba sorda a su entorno. Todo lo que podía escuchar era un ruido amortiguado mientras la sangre latía en sus oídos, los gritos ahogados por su propio miedo perpetuo. Sus luchas continuaron hasta que vio a los oficiales arrastrar a Tommy, y luego su voz volvió con un fuerte grito.

—¡Tommy! —gritó Tessa, temiendo por la seguridad de su esposo cuando la gente se lo llevó.

—Está bien, Tess, vete a casa —gritó Tommy—. ¡John, dile a Polly que son asuntos rusos!

Tessa se retorcío en las garras del oficial—. ¡Tommy!

Pero ya se había ido.

VIOLENT ENDS | Thomas Shelby ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora