Papá No Soy Un Error

III

Estaba saliendo de su casa, furioso con la noticia que le habían dado en la mañana, cuando se topó con un rubio junto a su auto... Era realmente un chico muy bonito, de facciones delicadas y ¿Estaba llorando?

—¿Qué se te ofrece? —le preguntó con el ceño fruncido, tomando las llaves de su auto.

—¿H-Harás como que no me conoces?

Abrió los ojos sorprendido, antes de apretar sus puños y endurecer sus facciones, reconociendo su voz.

—¿Eres el maldito puto sidoso, verdad? ¡¿Cómo diablos llegaste aquí?! —exclamó empujándolo, alejándolo de su auto—. ¡Habla! —le gritó tirándolo al suelo.

Desde el suelo Alex lo observó con temor, sollozando. Él medía un metro casi sesenta y cinco, pero Matthew no sólo le llevaba unos veinte centímetros de alto, sino también que era muy pesado, musculoso.

—E-Espera.

—¿Qué quieres que espere? ¡Habla o te muelo a golpes aquí!

Temblando metió una de sus manos en el bolsillo de su pantalón y le enseño la prueba de embarazo. Matthew lo observó indiferente, sin entender que quería con eso.

—¿Qué demonios quieres que haga con eso?

—¿No s-sabes lo que es?

—Claramente no, imbécil. Eso parece una prueba de embarazo, pero no tendría sentido que tú me muestres eso.

—E-Es lo que dijiste, M-Matthew... Yo estoy e-embarazado.

Lo miró a los ojos, antes de echarse a reír, pasándose una mano por el cabello.

—¿Me quieres ver la cara, rubio estúpido? ¿Te crees que esto es un juego?

—¡No! ¡Estoy hablando en serio, estúpido! —le gritó sollozando—. ¡¿Cómo piensas que puedo estar bromeando con esto?!

—¡¿Y encima lo preguntas?! ¡Eres un hombre!

—¡Lo sé! Pero he tenido vomitos, náuseas, no me he sentido y por eso me realicé esta estúpida prueba ¡Y dió positivo! ¡Estoy embarazado y es tuyo!

—Al diablo con esto —pronunció con fastidio, tomando las llaves de su auto para entrar.

Pero Alex se puso frente a la puerta, mirándolo suplicante.

—Por favor, debes creerme, yo tampoco entiendo cómo pasó esto.

—Estoy de muy mal humor después de tu llamada de hoy, lárgate de mi vista, debo ir a una clínica.

—¡Pero era mentira lo del sida! Yo me puse muy nervioso y no supe que-

Le dió un puñetazo que lo tiró al suelo, tomándolo por sopresa, antes de comenzar a sollozar, llevándose una mano a la zona dañada.

Creo que papi está furioso...

—¡¿Cómo se te ocurre mentir con algo así, enfermo mental?!

Alex al ver que se acercaba para volver a golpearlo, se cubrió el vientre con ambas manos, cerrando los ojos, sollozando. Matthew vio aquello y se detuvo. ¿Qué demonios le pasaba a ese tipo? ¿En serio seguiría con esa mierda del embarazo?

Se pasó una mano por el cabello, antes de apretar sus puños con rabia, y su mandíbula.

—Te doy cinco segundos para que te pongas de pie y te largues de aquí.

Alex lo observó y se puso de pie, antes de bajar la mirada y pasar por su lado... Estaba solo, ahora no tenía dudas de eso, y no sabía siquiera qué demonios haría.

¿Quién le creería algo así?

...