Desde que he estado en la panza de papi, muchas cosas han pasado. Recuerdo el momento cuando la doctora les dijo que yo estaba en su pancita.
Papi se puso muy feliz, pero mi otro papá se escuchaba preocupado. Temía por la vida de ambos.
¡Pero no te preocupes, papá! Papi y yo estamos muy bien, y yo me siento muy feliz en su pancita.
Al poco tiempo, comencé a conocer nuevos sabores. ¡La comida que papi prepara es deliciosa! Él sabe muy bien que darme para ponerme feliz.
Ahora ya conozco las voces de mis hermanos también, tengo tres, mi hermana Luz, mi hermano Samael, y mi hermano Ramsés que no vive con nosotros.
Papi me contó que Ramsés vive en otra casa, y su voz suena muy parecida a la de mi papá Matthew.
Hubo una ocasión muy importante hace poco, y pude sentir la emoción de mi papá Alex, hasta lo escuché llorar. No sé muy bien que es eso, pero escuché que mis hermanos Luz y Ramsés se graduaron.
¡Mis hermanos mayores son geniales!
Ahora, creo que es momento de dormir un poquito. La panza de papi ya se siente muy pequeña, no hay mucho espacio para moverme. Creo que ya falta muy poco para conocernos, papás.
***
—Hola.
Levantó la cabeza y la observó indiferente. En el fondo, odiaba tener que formar parte de la familia de Luz, porque aún la seguía culpando por lo que había ocurrido.
Pero entendía que ella no había sido la culpable, y es por eso... Que lo intentaba.
—Hola.
—Papá me contó del viaje que harán luego de que nazca el bebé, me dijo que tú elegirías el destino —sonrió Luz—. ¿Sabes ya dónde irán?
—No, aún no lo sé, no lo he pensando, tengo como dos meses más aún para hacerlo.
—¿Dos meses? —le preguntó confundida—. Fran nacerá en unas semanas.
—Lo sé, pero Matthew no se querrá ir apenas nazca, de seguro querrá pasar tiempo con tu padre y el bebé.
—¿Y tú cómo te sientes con eso? —le preguntó en un tono suave.
—He estado sin él toda mi vida, puedo esperar un tiempo más.
—Ramsés, nosotros no hemos tenido oportunidad para hablar. Y es por eso que te pedí que vinieras. En verdad no creí que ibas a hacerlo, hasta pensé que me dejarías plantada —sonrió—. Y me alegra mucho verte aquí sentado.
—Si quiero tener contacto con mi padre, y una buena relación con él, sé que debo tenerla contigo también.
—Yo no quiero que pienses que soy tu enemiga, o que yo te robé a papá. Te juro que desde que me enteré que tenía otro hermano, yo siempre quise conocerte y pasar tiempo contigo. ¿Recuerdas la primera vez que nos vimos? Fue en este mismo parque.
—¿Cómo olvidarlo? Era la primera vez que veía a mi padre también, y lo primero que me dijo, fue una amenaza.
—Intenta no pensar en lo negativo de la situación —le pidió afligida—. En verdad me gustaría que nosotros también tuviéramos una buena relación. No aspiro a tener una relación de hermanos que se aman, pero al menos que no me odies. Con que sepas que cuentas conmigo para cuando me necesites, me es suficiente.
—Está bien, Luz —le dijo indiferente.
—¿Vendrás a mi cumpleaños entonces? —sonrió—. Me gustaría tener mi cumpleaños con mi familia completa. El bebé ya estaría también. Y aunque a ti podría sonarte tonto, estúpido, quisiera tener una foto de los cuatro juntos.
Ramsés la observó y luego rodó los ojos, asistiendo levemente con la cabeza.
—Okay.
¿Okay? ¡Eso era un sí! Era un avance enorme que no esperaba alcanzar tan rápido. Y que bien se sentía.
***
Era extraño pertenecer a su familia, aún más, saber que había nacido producto de dos hombres. ¿Quién carajos podría creerle eso?
Es más, durante mucho tiempo había tenido miedo de que él, al ser un muchacho como su padre Alex, padeciera de lo mismo. Pero al entrar en la adolescencia, su padre Matthew se había encargado de hacerle una ecografía de abdomen y vientre, comprobando que era un muchacho "común".
No había heredado la mutación de su padre, él no correría con el mismo riesgo.
Es más, Samael estaba muy seguro de su orientación sexual, a él no le gustaban los muchachos, le gustaban las chicas.
Y hablando de su familia, eran muy pocos los familiares que conocía. Por parte de su padre Matthew, no tenía tíos, y sus abuelos nunca habían querido conocerlo tampoco. Sabía que tenía un medio hermano llamado Ramsés, que recién lo había conocido en persona ese mismo año, durante la graduación del mismo.
Por parte de su padre Alex, tenía muchos tíos y primos, pero sólo conocía a su tía menor y a los hijos de ella, ya que él resto de la familia no aprobaba la relación de Alex y Matthew.
Al final, ambas familias eran muy retrógradas y homofóbicas.
Y ahora, pronto la familia se agradaría una vez más. Faltaban muy pocas semanas para el nacimiento de su hermano Franchesco. Otro varón que tendría que pasar lo mismo que él, vivir en la duda de saber si era un hombre gestante o no, hasta llegar a la adolescencia y poder comprobarlo o descartarlo.
Que familia más rara.
***
—¿En qué piensas? —sonrió Matthew, acercándose a él para subirse a la cama y abrazarlo, tocando el abultado vientre de Alex.
—En toda nuestra vida juntos —sonrió suavemente Alex, cerrando los ojos.
—Casi veinte años ya, me aguantaste más que mis propios padres, que a los dieciocho años me pusieron en esta casa para no tener que vivir más conmigo —sonrió divertido, haciendo reír bajo a Alex también.
—Es que tenías un carácter y una personalidad muy rebelde, mi amor. No supieron cómo controlarte.
—Nah, siempre fueron malos padres y vieron la oportunidad de deshacerse de mí.
—No digas eso, que aunque fuese verdad, suena feo.
—Que sensible —le dijo en un tono juguetón, repartiendo suaves besos por su cuello.
—Matt, estoy emocionado con el viaje que harás con Ramsés —pronunció alejándolo un poco de él para mirarlo a los ojos—. Espero que esto logre acercarlos más como padre e hijo, y que mejoren su relación.
—Sí, yo también espero lo mismo. No estoy tan emocionado, pero sé que es muy importante para él. A su edad me hubiese gustado tener a mi padre presente también.
—Sé que lograrás quererlo de verdad —sonrió abrazándolo—. Y que harás un gran cambio en la vida de tu hijo, quien te necesita realmente. Sabes que tus papás no son buena influencia, pero tú tienes que guiar sus pasos ahora. ¿Sabes ya que estudiará?
—Hasta dónde sé, no quiere estudiar nada. Está muy cómodo con la fortuna que mi padre le ha dado.
—Pero el dinero sin inversión se va como corriente de rio, no regresa.
—Lo sé, de eso también hablaré con él. Algo tiene que hacer de su vida. Entiendo que no quiera estudiar medicina, pero debería encaminar su vida de algún modo.
...
El próximo es el final ❤️
Y tal vez agregue un epílogo y algún extra, aún no lo sé.
ESTÁS LEYENDO
Papá No Soy Un Error
Roman pour AdolescentsHistoria Mpreg... Si no te gusta este tipo de narrativa, te aconsejo no entrar ❤️❤️
