Papá No Soy Un Error

Extra

—Tiempo después—

Matthew sabía que el karma en algún momento de su vida le llegaría, pero nunca imaginó que sería con su hija menor. Hasta había creído que lo estaba pagando con Ramsés, pero no... ¡Victoria era un maldito dolor de cabeza! Caprichosa, llorona, engreída, era... Era su maldita versión en mujer.

—¡Pero papá! —chilló molesta, golpeando el suelo con su tacón, haciendo un estúpido berrinche—. ¡No es justo!

—¿Es que tú estás tonta, niña? ¡No puedes hacerte un maldito aumento de busto a los quince años! —exclamó ya harto Matthew—. Cuando cumplas dieciocho, quizás te lo paguemos.

—Pero yo quiero tetas ahora ¡No en tres años! —gritó histérica, tomando su rostro un tono rojo, como siempre que se enojaba—. ¡Ustedes son injusto conmigo! ¡Nunca piensan en mí! —exclamó yéndose corriendo de la sala.

Alex suspiró y se pasó una mano por el rostro.

—Dios, esta niña me terminará sacando más canas a este paso.

—No se suponía que las cosas fueran de este modo. Primero que se encaprichó en querer hacer la transición, porque se sentía una mujer. Y desde entonces, todo se fue al carajo, se puso muy caprichoso, vanidosa, materialista. Me recuerda a Ramsés cuando era adolescente.

—Entiéndela también, está pasando por un proceso hormonal importante, y ve que todas sus compañeras tienen... Un cuerpo más femenino, y se siente insegura —intentó razonar Alex.

—Eso lo entiendo, amor, pero no por eso le pagaremos un aumento de senos a los quince años. Además, hace dos años empezó con las hormonas, debe aprender a ser paciente y esperar. De seguro en un tiempo también le crecerán un poco los pechos.

Alex suspiró y cerró los ojos, al escuchar como la adolescente gritaba en su habitación, azotando un par de cosas contra la pared.

—Ya me tiene harto, no permitiré este tipo de comportamiento en mi casa —bramó furioso Matthew, dirigiéndose a las escaleras.

—No, amor, espera, déjame ir a mi —le dijo el rubio tomándolo de brazo—. Yo hablo con ella.

***

"—¡¿Cómo voy a sentirme una mujer así?! ¡¿Cómo pretendes que lo sea cuando no tengo pechos, papá?! ¡Puedo engendrar y no tengo pechos! ¡Encima tengo un maldito pene!

—Victoria, deja de gritar en primer lugar —le dijo con calma Alex—. No tiene la razón quien habla más fuerte ¿De acuerdo? E intenta razonar por un momento. Tu padre nunca dijo que no pagaría tu aumento de senos, sólo dijo que tenías que esperar un poco más. Tu cuerpo ahora está transicionando, cuando cumplas los dieciocho, y seas mayor de edad, te harás la operación. Y además, la reasignación de sexo.

—Pero no es justo —lloró—. Yo quiero que me acepten como mujer.

—Comienza a aceptarte tú primero entonces, Victoria. Comienza a comprender que no todos los cuerpos son iguales, y que no todas las mujeres tienen senos grandes o desarrollados. Ya no eres una niña, eres una adolescente que puede razonar, comienza a hacerlo."

—¿Qué pasa, preciosa? Luces muy distraída.

—Mis padres —pronunció bajo—. Mis padres son un dolor de cabeza, nunca me apoyan en nada.

—¿Qué pasó? ¿Quieres contarme?

Victoria miró a su novio a los ojos, y luego desvió la mirada.