"Era la primera vez que se sentía atraído por un hombre... Nunca antes había sentido algo así, y eso lo ponía de muy mal humor, porque el no era un maldito gay.
Pero quizás, por el hecho de lo que había consumido, es que lo había llamado aquella vez, invitándolo a su casa, simplemente para tener sexo. Y el rubio lo había aceptado.
Hasta al escucharlo jadear le gustaba más que una mujer. O sus expresiones, sus labios, era demasiado guapo y afeminado para ser un chico.
Pero no, la familia Collins no aceptaba homosexuales, era algo detestable."
Se tomó una tercera taza de café, y continuó leyendo sus apuntes, debía aprobar sí o sí sus exámenes con diez, sabía muy bien que su padre no bromeaba. En las últimas cuarenta y ocho horas sólo había dormido seis.
Su padre... Ese tipo que jamás le había enseñado nada en su vida, que siempre se la había pasado trabajando, y que para el único que fue padre, fue para Jack.
"—Eres mi orgullo —pronunció emocionado—. Y tú sabes que yo te quiero como a un hijo.
—Lo sé, tío, gracias por estar aquí —sonrió el muchacho.
—Tú dejarás en alto el apellido de la familia. Le darás el prestigio que nadie más podrá, Jack."
Jack, Jack ¡Jack! ¡Para su maldito padre sólo existía Jack en su vida! Hasta sospechaba el motivo del cariño que le tenía su padre a su primo. ¿Y si en verdad era su hijo? ¿Por qué no? Su progenitor no era un santo tampoco.
Y por algo su tío había enloquecido también. Tal vez eso los había separado, distanciado.
Al diablo con sus teorías estúpidas, debía aprobar sus exámenes, no podía divagar en asuntos que sólo lo estaban distrayendo. Él sólo debía enfocarse en estudiar y aprobar.
***
—Te han comprado muchas cosas bonitas, hija —sonrió emocionado, observando una vez más las cosas que Catalina le había traído.
Ya era de noche, y luego de cenar, había ido a su habitación a acomodar las cosas de la bebé. Aún no tenía un lugar físico donde guardar los regalos que le habían traído, pero pronto tendría una cómoda para la niña.
Observó la ropa, y acarició suavemente su vientre. Todo se veía tan tierno, tan pequeñito, que ya deseaba poder ponerle todo a su hija.
—Pequeña, aunque las circunstancias no seas las mejores, muchas personas te querrán tanto como yo. Daré siempre lo mejor de mí para que seas feliz... No tienes idea de cuánto te amamos y esperamos.
Yo también ya quiero conocerte, papi.
Sonrió cálidamente al sentir que la niña se movía y se acostó en la cama, acariciando su panza, cerrando los ojos. Aunque todo parecía muy bonito, y no quería pensar en ello aún, tenía que buscar una excusa para sus padres.
¿Cómo les explicaría que tenía una bebé? ¿Qué tendría que renunciar a sus estudios por ella? No lo tomarían para nada bien, estarían muy molestos con él.
Y más importante aún ¿Cómo se pondría Matthew al saber que no se la daría? De seguro estaría furioso, pero eso no iba a hablarlo con él hasta que Luz naciera... No se arriesgaría a conocer su reacción aún gestando.
...
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Papá No Soy Un Error
Teen FictionHistoria Mpreg... Si no te gusta este tipo de narrativa, te aconsejo no entrar ❤️❤️