IV

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Vamos papi, miente un poco ¡Eso te sale muy bien siempre!

Se acercó hasta la recepción de la clínica, temblando.

—¿Qué se te ofrece?

—H-Hola, yo... Yo necesito un turno con... E-El ginecólogo —pronunció en un hilo de voz.

La recepcionista lo observó, algo confundida. ¿Un ginecólogo? Pero era un chico.

—¿Qué síntomas tienes?

—Yo... Creo que estoy e-embaraza... Da.

La mujer abrió los ojos sorprendida. ¿Entonces era una chica? Tal vez era de esos hombres trans, porque tenía un aspecto un tanto andrógino. Sí, debía ser eso.

—Entiendo ¿Quieres darme tus datos para hacerte la cita?

Alex asintió con la cabeza y le dió su identificación, sintiéndose tan nervioso. ¿Qué debía hacer cuando lo atendieran? ¿Cuando quisieran revisarlo? ¡Él no era una mujer!

—Toma asiento, por favor, te llamarán por el consultorio tres.

—G-Gracias —pronunció tomando su identificación, dirigiéndose al pasillo por dónde estaba el consultorio tres.

Se sentó en uno de los asientos, y se pasó una mano por el rostro, sintiéndose mareado, con náuseas. Ya no sabía si se debían a los síntomas típicos de un embarazo, o eran por los nervios.

Creo que ambos tenemos hambre, papi.

Espero más de media hora allí, sintiéndose cada vez peor, hasta que escuchó su nombre. Observó que se trataba de un hombre y abrió los ojos con pánico.

¡Sin miedo, papi! Tú eres valiente... Bueno, eso creo.

Con pasos temblorosos se puso de pie y fue hasta el consultorio.

—Alex Fariña ¿Verdad?

—S-Sí.

—Toma asiento por favor, y dime qué te trae por aquí.

—P-Pues... Y-Yo creo que estoy e-embarazada.

—Alex ¿Eres un hombre trans?

—Am... Sí —murmuró.

—¿Hace cuántos dejaste tu tratamiento hormonal?

Lo miró, sin saber que demonios responder. ¿Tratamiento hormonal? ¿Qué se suponía debía responder?

—D-Doctor, yo solo q-quiero saber si estoy o no embarazada.

—Lo entiendo, pero-

—Una ecografía, eso necesito —lo interrumpió.

—Necesito realizar tu historia clínica ¿Sí? Y para eso, tienes que responder un par de preguntas ¿De acuerdo?

—No, sólo quiero una maldita orden para una ecografía ginecológica, nada más —pronunció molesto.

Papi, no creo que las cosas funcionen así. No seas caprichoso.

—Lamentablemente-

—Al diablo —pronunció con rabia, poniéndose de pie para salir del consultorio, ignorando al médico que intentó hacerlo razonar.

Tendría que buscar la forma de hacerse una ecografía de forma privada.

***

Creo que papi hoy está muy triste, no se siente bien.

Miró su reflejo en el espejo del baño, y sus ojos se cubrieron de lágrimas, antes de romper a llorar. ¿Qué se suponía que haría solo sin dinero? Sus padres le pasaban una cuota mensual para el alquiler y los víveres, pero eso no era suficiente.

Si quería atenderse de forma privada, necesitaba más dinero. ¿Cómo diablos una ecografía podía ser tan costosa? Ya llevaba faltando una semana a clases, ni siquiera tenía ánimos para asistir.

Su cabeza estaba en cualquier lugar.

—N-No otra vez —tembló al sentir que las náuseas volvían, y sabía que no podía contener el vómito cuando aparecían.

Lo siento tanto, papi... Perdón.

No sé había pesado, pero la ropa comenzaba a quedarle grande. Estaba seguro que al menos había perdido unos cinco kilos mínimo.

¿Y cómo no? Si no toleraba casi nada, todo lo vomitaba.

...

Gracias a las tres bonitas que comentan 🥺❤️❤️ seguiré actualizando por ustedes

Papá No Soy Un ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora