Acortó la distancia entre ellos, y lo besó suavemente, probando sus labios, antes de tomarlo del rostro con ambas manos, y que Alex lo aceptara, besándolo también.
Descendió una de sus manos por la cintura de él, y lo abrazó celosamente a su cuerpo, sin dejar de besarlo... Ignorando lo que su mente se había empecinado en recordarle, estaba besando a un hombre.
Deseaba a un hombre.
Y cuando creyó que podría seguir acariciándolo, besándolo, Luz se despertó llorando, rompiendo aquel momento, ya que Alex rápidamente lo alejo de él.
—L-Luz —susurró agitado, huyendo de sus brazos, para ir a tomar rápidamente a la niña.
Matthew continuó dándole la espalda, y cerró los ojos, suspirando... Sí, había besado a otro hombre sin estar bajo los efectos del alcohol, sin tener ningún tipo de excusa ahora.
Y cómo ya lo había admitido, Alex le atraía. Pero él no podía considerarse gay o bisexual, ya que el único chico que le había gustado, y le gustaba, era Alex.
Se giró, y ahí estaba el rubio, sentado en el sillón alimentado a la niña, mirando hacia abajo, a su hija.
—Ey.
—No, no digas nada —le pidió en un tono bajo.
—Está bien —murmuró—. Tengo hambre, iré a comprar ¿Quiere algo tú también?
El muchacho sólo negó con la cabeza, sin querer mirarlo, y Matthew se sintió arrepentido por lo que había hecho. Tal vez había llegado muy lejos con la situación.
Y cuando Matthew se fue, los ojos de Alex se cubrieron de lágrimas. Era un imbécil, había caído una vez más en los juegos de ese idiota. Se sentía tan estúpido, tan usado, porque sabía muy que Matthew sólo lo estaba buscando para sacarse la calentura.
Y después de todo ¿Qué podía esperar? ¿Jugar a la casita? ¿Intentar ser una familia feliz? Imposible con alguien que ni siquiera se aceptaba.
***
¿Cuáles eran los pasteles que a Alex le gustaban? ¿Crema y fresa? ¿O era alérgico a la crema y a la fresa? Ay que difícil era, Matthew no era muy detallista, y olvidaba fácilmente ese tipo de cosas.
Le llevaría uno de mousse de chocolate con melocotón, estaba seguro que eso sí podría comer.
—Entonces ¿Ya sabe que llevará? —le preguntó pacientemente la joven de la panadería.
Después de todo, Matthew ya llevaba allí quince minutos, sin saber que pedir.
—Mm, sí. Quiero ese pastel de ahí, media doce de croissant, y —pronunció pensativo, observando las demás cosas—... Mm, deme media docena de cupcakes surtidos también, sin fresa ni crema, por favor.
—De acuerdo.
El castaño observó su celular, y miró curioso la llamada entrante de ese momento, de un número que no tenía agendando.
—¿Hola?
"—Ya sé que te importa un bledo tu hijo, pero te llamaba para avisar que ya salió de la clínica, le dieron el alta."
—Que bien, me alegro mucho por Manasés.
"—¡Ramsés, imbécil! ¡Tu hijo se llama Ramsés! ¿Cómo puede ser que ni el nombre recuerdes?"
—¿Eso era todo? Adiós.
"—No, por supuesto que no, Ramsés tiene asma, tiene que seguir un tratamiento. ¿Cooperarás por las buenas o mediante abogados?"
—Para lo único que tú me llamas es para pedirme dinero. Haz lo que quieras, Sabrina.
"—Perfecto, parece que será mediante los abogados. Ni siquiera en un momento así puedes pensar en el bebé, que esto es solo para que él esté bien."
—¿y por qué no piensas tú también en tu hijo y trabajabas, maldito parásito? ¿O te piensas que yo únicamente debo pagar todo? Ya te lo dije, no me interesa esa criatura, no me llamas más. Todo lo que quieras comunicarme, que sea mediante nota con el letrado —pronunció con rabia, antes de cortar.
Se giró, y observó que la muchacha ya estaba guardado los cupcakes, terminando con su pedido. No pensaría en Sabrina ahora, sólo quería regresar al departamento con Alex y su hija.
***
La niña estaba tranquila en su coche, mordiéndose el puñito, mientras Alex acomodaba la ropa que recién se secaba. El ochenta por ciento de la montaña de ropa que había sobre su cama era de Luz.
—Ese debe ser tu padre —suspiró al escuchar que tocaban la puerta.
Había pesando que no regresaría, ya que había pasado más de media hora. Pero no, ahí estaba el castaño, con dos bolsas de papel.
—¿Era alérgico al fresa? ¿O te gustaba la fresa? —le inquirió cuando el rubio le abrió.
—Me gusta la fresa ¿De dónde sacaste que era alérgico?
—Tengo la sensación de que me habías dicho que eras alérgico a la fresa y la crema —pronunció pensativo, entrando.
—No, te había contado que mi amiga Cata era alérgica a esas cosas.
—Debe ser que confundí las cosas. En fin, traje un pastel, croissant y cupcakes para la merienda.
—Gracias, pero creo que deberías irte, Matt.
—¿Por qué?
—No quiero seguir confundiendo las cosas entre nosotros, y quiero que estemos bien por Luz, que tengamos una buena relación por ella.
—Olvidemos entonces lo que pasó hace un rato.
—Tú seguirás insistiendo, sé cómo eres.
—Alex, sólo quiero estar cerca de ustedes, y no volveré a repetir esto de nuevo. No toquemos el tema y ya, hacemos como que nunca pasó.
Lo miró inseguro y luego asintió con la cabeza. Sabía que Matthew estaba solo, y de cierto modo, lo entendía, sus padres también le habían dado la espalda.
—Por cierto, tengo una amiga que quiere conocerte. Uno de sus papás es como tú.
...
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Papá No Soy Un Error
Teen FictionHistoria Mpreg... Si no te gusta este tipo de narrativa, te aconsejo no entrar ❤️❤️
